Reducir la velocidad en las carreteras sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Prueba de ello es que el 42% de los puntos del carné de conducir que se retiraron en 2007 fue por correr más de lo permitido.
Otro ejemplo de que se aprieta el acelerador más de lo aconsejable es que los conductores fallecidos en accidentes de tráfico relacionados directamente con una velocidad excesiva o inadecuada aumentaron en 2007 un 3%, un año después de la entrada en vigor del carné por puntos, a pesar de que el número de infracciones por este motivo sí descendió.
Es la principal conclusión del informe La velocidad en los accidentes de tráfico: efectos del carné por puntos (2003-2007), elaborado por el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (Intras) y Línea Directa Aseguradora tras el estudio de las estadísticas oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT) y casi medio millón de partes de accidente.
Aunque cada vez se corre menos -la velocidad media ha bajado de 116 kilómetros por hora a 114 en dos años- ésta continúa siendo la primera causa de accidentes en carretera, 19.400 siniestros al año, lo que supone, 53 cada día. De hecho, el 46% de los fallecidos -1.200 muertos cada año- perdieron la vida en siniestros relacionados directamente con la velocidad.
La posibilidad de fallecer en un accidente se multiplica por seis cuando se sobrepasan los límites de velocidad y se triplica cuando se circula a una velocidad inadecuada -aunque legal- para las condiciones existentes en la vía, tales como lluvia, niebla o tráfico intenso. De haber respetado la velocidad, se podría haber salvado la vida de un total de 526 conductores en 2007, y heridas graves a otras 2.150 personas.
El carné por puntos parece que tampoco ha conseguido modificar el perfil del conductor involucrado en este tipo de siniestros, que sigue siendo un varón joven, de 18 a 25 años con menos de dos años de carné y que viaja acompañado. Por si fuera poco, el conductor que se pasa pisando el acelerador suele pasarse también con el alcohol y no se pone el cinturón o el casco, lo que aumenta aún más el riesgo de fallecer en accidente.
Infracciones. Además, el estudio pone de manifiesto que el 80% de los conductores que no respetó la velocidad cometió al menos otra infracción, como conducción distraída, invasión del sentido contrario o no mantener la distancia de seguridad.
La otra gran asignatura pendiente siguen siendo las motos. El número de motoristas fallecidos por exceso de velocidad aumentó un 33% en 2007 y ya son más de la mitad de los muertos en accidente de tráfico en vehículos de dos ruedas. Las carreteras convencionales son las vías más peligrosas -56% de los accidentes-, seguidas de la ciudad -26%- y autovías y autopistas -18% de los siniestros-. En general, son las curvas fuertes aunque bien señalizadas las zonas de mayor riesgo en carretera.
En ciudad, los accidentes por velocidad no son tan frecuentes como en la carretera, pero las consecuencias suelen ser muy graves.
La velocidad causa más de la mitad del total de conductores fallecidos en zona urbana, siendo las intersecciones y las rotondas los escenarios de mayor riesgo.