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Las acciones hicieron su trabajo

La junta de accionistas del Betis casi no se salió del guión previsto. La presencia de Farusa y otros grandes accionistas, como Rufino González y Manuel Castaño, facilitó la aprobación de las cuentas, el club no satisfizo las preguntas de la oposición y la gran novedad es que la reunión al menos fue pacífica.

el 15 sep 2009 / 19:14 h.

R. Pineda - L. Lastra

La junta de accionistas del Betis casi no se salió del guión previsto. La presencia de Farusa y otros grandes accionistas, como Rufino González y Manuel Castaño, facilitó la aprobación de las cuentas, el club no satisfizo las preguntas de la oposición y la gran novedad es que la reunión al menos fue pacífica.

La esperada junta de accionistas del Betis comenzó a las ocho y media de la noche con leves incidentes. Nada grave, sólo unos accionistas que llegaron tarde y tuvieron alguna dificultad para acceder a la sala. La mejor noticia es que este pequeño traspié no fue un augurio de lo que ocurrió dentro, todo lo contrario. Acudieron algunos Supporters, sí, pero en esta ocasión se cuidaron muy mucho de no repetir las lamentables escenas de 2007 y el clima general fue de cordialidad, o como mínimo de paz. A lo más que llegaron fue a aplaudir las distintas intervenciones del consejo de administración.

Como era de esperar, el Betis aprobó sus cuentas con una aplastante mayoría. El presupuesto de 46 millones y el déficit de 11,4 millones -entre otras cifras- disfrutaron del respaldo del 59,52% del capital social y el rechazo del 7,14%. En la asamblea estuvo presente el 70% del capital social total de la entidad, con una significativa novedad, porque Farusa ya no cuenta con el 52,2%. Ahora ha bajado al 51,34% por una razón sencilla: se le resta un 4% que en realidad pertenecía a otros pequeños accionistas (y que la oposición denunció que no era de Farusa) y se le suma el 2,5% aproximado que poseía Lopera a título personal. Esta operación ha dejado al consejero delegado con una participación testimonial, inferior al 1%, pero por supuesto lo importante es lo que controla a través de Farusa.

Entre las cuentas aprobadas también hay dos datos significativos: una deuda a corto plazo de 61,3 millones de euros y una deuda a largo plazo de 7,8 millones. Como quedó dicho antes, la junta no puso pegas gracias a la suma de los apoyos de Farusa (51,34%), el vicepresidente Rufino González (3,20%) y el consejero Manuel Castaño (2,34%). La exposición de todos los números, por cierto, corrió a cargo de Diego García León, consejero y sobrino del presidente. Sus respuestas y las del secretario, Jaime Rodríguez Sacristán, dejaron a la oposición tal cual. "Contestan con lugares comunes, no han dicho nada que no se supiera, eran respuestas vacías de contenido porque siempre salían por la tangente, sin dar detalles", apostilló Cayetano García de la Borbolla, portavoz de Por Nuestro Betis, quien al menos admitió que la asamblea "formalmente ha sido mucho mejor que el año pasado", en alusión a la calma general.

Al hilo de esa protesta, la oposición se planteaba la posibilidad de impugnar la junta por defectos en el derecho a la información de los accionistas. Y mientras tanto, Lopera sólo intervino para desmentir que los derechos federativos de los futbolistas hayan pertenecido alguna vez a Tegasa, Encadesa y demás. El dueño del Betis aprendió de errores pasados y optó por estar en un segundo plano para dejar que el peso de las acciones, de su mayoría, hiciese el resto. Y esta vez sin incidentes. Algo es algo.

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