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Economía

Las cajas desempolvan su banco

El BEF se parece al Banco Liberta, a través del que Cajastur absorbe CCM

el 05 jun 2010 / 20:28 h.

Braulio Medel (Unicaja) y Antonio Pulido (Cajasol) en los toros.

Tras quedar desbaratado el puzle financiero andaluz después de la intervención de Cajasur y su fracasada fusión con Unicaja, en la coctelera de las alianzas quedan todavía dos combinaciones, y en ambas el BEF (Banco Europeo de Finanzas o el banco de las cajas andaluzas) podría estar llamado a jugar un papel vital.

Fuentes financieras, políticas y sindicales aseguran que el BEF, gestado en su día para canalizar inversiones "estratégicas" de las entidades andaluzas, aunque, al final, su labor deja bastante que desear, encierra cierto parecido con el Banco Liberta, filial de Cajastur a través del que la asturiana absorberá a la intervenida Caja Castilla-La Mancha (CCM). En aquél participan Unicaja (ya con Caja de Jaén incluida), Caja Granada, Cajasol y Cajasur, pero está cuasi olvidado y, no en vano, se cuentan con los dedos de una mano las operaciones conjuntas que han realizado -entre ellas, la entrada en la aeronáutica Alestis, la antigua Sacesa-.

Y no es de extrañar que el BEF haya quedado arrinconado, pese al disgusto de su valedor, José Antonio Griñán, que lo impulsó cuando era consejero de Economía en tiempos de Manuel Chaves como presidente de la Junta de Andalucía. Al contrario, es fiel reflejo de la falta de coordinación y visión conjunta de las cajas andaluzas que, como dijera Martín Soler, ex titular de la Consejería de Innovación, siempre estuvieron cada una en su "chiringuito" particular.

El escenario hipotético habla de una fusión fría (Sistema Institucional de Protección o SIP) en la que entrarían Unicaja y Cajasol, aunque en principio se trató de arrastrar a Caja Granada, que huyó de esta opción acelerando la alianza con la catalana Caixa Penedès, Caja Murcia y la balear Sa Nostra.

Tal operación a la andaluza se orquestó a prisa y corriendo pues la intervención de la entidad cordobesa dejó patas arriba la configuración de un mapa financiero que, por fin, parecía encarrilado según los gustos del Gobierno autonómico y del PSOE regional. A un lado Unicaja más Cajasur más Caja de Jaén, al otro Cajasol creciendo por otras vías y en medio y en solitario Caja Granada.

Que las entidades malagueña y sevillana se unan es una vieja aspiración de la Junta, pero siempre ha suscitado el recelo por los enfrentamientos políticos y la alimentada rivalidad entre ambas provincias. Ahora, sin embargo, se trataría de una fusión no por la vía tradicional, yo me uno a ti y tú a mí en todo, sino mediante un SIP donde ambas mantienen sus identidades jurídicas, las marcas, la Obra Social, las asambleas generales y los consejos de administración. La sociedad central, el BEF -cuya sede social está en Málaga-, administraría el negocio común.

Corre prisa esta opción, pues la idea sería acudir a la subasta de Cajasur que habrá de realizar en los próximos meses el Banco de España. "El marrón cordobés sería así más fácil de engullir", indican fuentes sindicales. Pero el problema sería el accionariado, ya que en el BEF participa también la granadina, salvo que ésta regrese al redil, algo que no está descartado. ¡Ah! Y queda el tema del liderazgo, pues Antonio Pulido y Braulio Medel son dos gallos en un mismo corral...

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