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"Las redes no son periodismo y confundirlos me parece peligroso"

Emelina Fernández, presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía, tiene un discurso claro, pedagógico a ratos, y en el que hay matices sobre la programación de Canal Sur.

el 12 may 2012 / 21:22 h.

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Emelina Fernández, en su despacho del Consejo Audiovisual de Andalucía, en República Argentina.
-¿Existirán en un futuro televisiones públicas o la crisis también acabará con ellas?
-La televisión pública no va a desaparecer. Tiene que garantizar el acceso de la ciudadanía a una información plural, veraz y amplia de lo que acontece. No es fácil que desaparezca además por lo que significan para Europa todos esos valores que garantiza la televisión pública.

-¿Qué efecto va a tener el nuevo modelo de RTVE por el que no hará falta el consenso para elegir a su presidente?
-España ha ido dando pasos a favor de una televisión más plural condicionada por su historia más reciente, la dictadura. El último paso del Gobierno del PSOE de desgubernamentalizar la RTVE fue importantísimo. Y lo demuestra el respaldo que ha tenido en la audiencia. Todos los informativos desde hace más de tres años han sido líderes de audiencia, en todas las franjas horarias; este dato es incontestable. Además está su calidad. La RTVE ha ganado premios internacionales a los mejores informativos del mundo.

-¿Hay algún país europeo que tenga un modelo como el que va a imponer el PP?
-La singularidad de España es la no creación de un consejo audiovisual independiente. No hay ningún país europeo que no lo tenga. El modelo histórico y de referencia de televisión pública es la BBC. Una forma de medir la democracia de los países está en la democratización de sus servicios públicos.

-¿Y fórmulas como el patrocinio casan con esa máxima de independencia dentro de una televisión pública?
-Es casi al revés. Los patrocinadores buscan ligar su imagen a productos de interés público que tengan calidades y cualidades. La Noria perdió anunciantes porque sus contenidos fueron rechazados por la audiencia y los anunciantes no quisieron que sus marcas se asociaran a ese soporte. En momento de crisis puede ser una buena fórmula.

-¿Qué efecto tiene en el producto que ofrecen los medios la sangría de despidos?
-La situación es dramática en el periodismo. Me sumo al lema Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo no hay democracia. Me sumo porque el periodista cumple una función social de máximo nivel. Su papel ha sido importantísimo en el pasado pero también lo tiene que ser el futuro.

-Los gurús que dicen saber dónde va el periodismo aseguran que el problema está en la crisis del modelo de negocio y en cómo vamos a hacer periodismo en el mundo 2.0.
-A mí me parece peligrosísimo confundir las redes sociales con el periodismo. Eso no es periodismo ni de investigación ni de rigor, el periodismo sobre el que se sustenta la democracia.

-¿Y el nuevo consumidor será más o menos exigente?
-Será igual. Seguirá exigiendo una información de calidad, veraz y contrastada.

-¿Cuántas quejas reciben sobre Canal Sur?
-En lo que va de año hemos recibido dos: una en la que denuncian que no se usa el andaluz en los informativos. La otra se refería a los informativos y al orden de intervención de los actores políticos en el caso ERE. Pero me gustaría dar un dato: analizamos 8.750 horas de programación. Lo analizamos en su totalidad y hemos recibido dos quejas.

-¿Y eso es porque la gente está satisfecha o porque se desconoce la existencia de este órgano regulador?
-Es importante que los ciudadanos sepan que existe la oficina de quejas de la audiencia con un teléfono gratuito. Pero es importante también conocer los datos del último barómetro en el que preguntamos a los andaluces qué piensan de su televisión. Hacen una valoración bastante positiva de Canal Sur en programación, neutralidad, capacidad de entretenimiento y carácter educativo. Aparece en el tercer lugar del ránking en todas las clasificaciones excepto en la de neutralidad, que se sitúa en el cuarto, en la mitad de la tabla.

-Después de 9.000 horas analizadas, ¿qué nota le pondría usted a esa programación?
-¿Del 1 al 10, como si fuera profesora [Emelina Fernández es doctora en Ciencias de la Comunicación y profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Málaga]? Es que hay una premisa básica: la televisión pública tiene que atender a un amplísimo espectro de la sociedad, desde la persona sin estudios ni formación a la que sí lo tiene y que busca en la televisión ese carácter formativo. Y esto es muy difícil de hacer.

-¿No hay entonces un criterio objetivo que aplicar a esa programación para poder decir que un programa es reprobable y por tanto susceptible de ser eliminado de la parrilla?
-La reprobación, a no ser que incumpla preceptos constitucionales o legales, es subjetiva. A mí me encantaban los guiñoles, pero había gente a la que no le hacían ni pizca de gracia. Es muy difícil valorar una programación.

-El Consejo recibió en su momento quejas por programas como el de Juan y Medio, al que se le afeaba el uso de menores.
-En mi mandato no me consta. Lo que sí ha habido, y me ha parecido un síntoma muy positivo, son muchas quejas por el tratamiento del caso Marta del Castillo en algunas televisiones.

-Y ante esos abusos, ¿las recomendaciones que se hacen, qué obligaciones tienen los medios de cumplirlas o no?
-Obligación como tal no hay, pero la obligación moral la hay y es muy importante. Ahí está el ejemplo de la información sobre la violencia de género: de la frivolización con la que se abordaba a cómo se trata ahora es fruto de organismos como el nuestro y otros muchos.

-¿Cómo mantener dos televisiones públicas en crisis?
-Si se eliminan o no canales depende del presupuesto con el que se cuente. A mí lo que no me gustaría es que la crisis sirva de excusa formal para retroceder en temas que la sociedad ha ido conquistando: libertades, formas de elegir al presidente de una corporación, órganos de control...

-¿Los nuevos soportes hacen más complicada la tarea de supervisión de los contenidos?
-En relación con la protección de los menores es complicado y es un reto de este consejo. Está prohibido emitir videncia a partir de las 22.00 horas pero pero si esto puede verse en internet, ¿cómo lo podemos controlar?

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