Un jurado enjuiciará a partir del próximo viernes a un hombre que se enfrenta a una petición de 17 años y medio de cárcel por, presuntamente, matar a un magrebí que debía intervenir como intermediario en una operación de tráfico de droga y que actuó de manera "engañosa, desleal y contraria a las órdenes".
El asesinato ocurrió sobre las 19 horas del 23 de octubre de 2008 en una explanada de aparcamientos situada entre las avenidas Kansas City y El Greco de Sevilla, cuando el acusado, A.B., apodado "Anás", apuñaló mortalmente en el muslo a A.B.T.
El escrito de acusación del fiscal, al que ha tenido acceso Efe, explica que el acusado, en compañía de otras personas, se desplazó el 23 de octubre de 2008 desde Madrid a Sevilla para cerrar un negocio de compra-venta de hachís en el que la víctima iba a actuar como intermediario entre los acusados y dos personas afincadas en Sevilla.
Tras varias gestiones realizadas a lo largo del día, la operación no se pudo cerrar "por circunstancias que se desconocen, pero relacionadas con la gestión que realizó A.B.T., calificada de engañosa, desleal y contraria a las órdenes que le impuso el principal interesado en la compra del hachís, el acusado Anás", según la Fiscalía.
Por ello, el acusado concertó una cita con la víctima en la citada explanada de aparcamientos y "de repente, por sorpresa y sin que la víctima tuviera posibilidad de defenderse" le asestó una puñalada de 11 centímetros de profundidad en el muslo que fue "mortal de necesidad" pues le seccionó la venal femoral y le provocó inmediatamente la muerte por hemorragia masiva.
En la causa están acusados otro español y dos magrebíes, que presenciaron el encuentro a media distancia y que ignoraban las intenciones del presunto asesino, según el fiscal.
Por ello, solicita para dos de ellos una condena de dos años de cárcel por encubrimiento y para el tercero 2.160 euros de multa por un delito de omisión del deber de socorro.
El presunto autor material del apuñalamiento huyó con el acusado de nacionalidad española A.L.R.C. en un coche hacia Córdoba y tiró el arma utilizada, que no ha sido encontrada, a la altura del aeropuerto de Sevilla.
En Córdoba tomó un tren AVE hacia Madrid y facilitó dinero a sus cómplices para gastos de gasolina y facilitarles la huida, según la acusación que defenderá el fiscal en el juicio previsto para el próximo 25 de junio.
