El Sevilla recibe pasado mañana a un Córdoba en plena lucha por evitar el descenso a la Segunda, circunstancia que en la segunda vuelta del campeonato hace muy peligrosos a los equipos de la zona baja de la clasificación. Sin duda, un duelo andaluz con sabor a historia, puesto que hace nada menos que 43 años que el equipo blanquiverde no asoma la cabeza por el Ramón Sánchez-Pizjuán. Concretamente desde enero de 1972, cuando los cordobesistas empataron a uno con un Sevilla que se desinflaba de la mano de Georgiadis y la maldición de San Nektario. No es un estadio que se le dé bien al Córdoba, que sólo ha ganado en Nervión una vez (2-4 en 1964) de las siete veces que visitó al Sevilla en la Primera División. En total, los nervionenses se han impuesto en siete de los once partidos de Liga Primera y Segunda que ha jugado contra los blanquiverdes en su estadio. En 1975 el Córdoba también conquistó el Sánchez-Pizjuán, pero en la Segunda División: 1-2. El último precedente entre ambos data de 2001, con victoria sevillista por 2-0, también en la categoría de plata. Para la cita, Emery tendrá que tirar de la cantera, toda vez que sólo tiene a 16 hombres de la primera plantilla disponibles. El resto, ocho, están lesionados o sancionados. En el entrenamiento de ayer ya se pudo comprobar que la convocatoria tendrá presencia de jugadores del filial. Los canteranos Luismi, David Carmona, Matos, Cotán, Borja, Carlos Fernández y Juan Muñoz trabajaron ayer a las órdenes de Unai, aunque son estos dos últimos quienes tienen más papeletas ante las bajas que existen en el ataque.
