Leo Bassi. Hace dos años, el cómico y bufón Leo Bassi (1952) quiso hacer el más difícil todavía. Su irreverente y contumaz travesía en contra de los poderes establecidos le llevó a fundar en el multicultural barrio madrileño de Lavapiés la Iglesia Patólica. Un pequeño templo en el que Bassi celebra misas bufas y donde los fieles adoran a un pato de goma. Invitado por la sevillana Sala TNT, el humorista regresa hoy y mañana a Sevilla (21.00 horas, entradas de ocho a 14 euros)para ofrecer dos funciones de su Gran Misa Patólica. ¿Qué credo profesan sus fieles? Todo el mundo es bienvenido a mi templo y a mis misas. Mi capilla, en Madrid, es un lugar muy barroco, excelentemente decorado, donde veneramos patos de goma. En él ofrezco ceremonias ateas y humanistas. Le imagino dando largas homilías... La liturgia es copiada de la católica, pero irreverente, claro. Y luego hablo, hablo sobre los principios humanistas, y pido a mis fieles, que son muy críticos, que reflexionen. Mi iglesia se llena cada domingo y me estaban demandando que me la llevara de gira.Eso he hecho, por eso lo que presento en TNT es un estreno absoluto. Seguro que para usted también hay algo sagrado. Lo hay. Defiendo la religión de los bufones y de los humoristas; quiero poner en valor la espiritualidad que hay detrás de la guasa. La risa para mí es muy importante porque toca raíces profundas en el ser humano. Sacralizo, por encima de cualquier cosa, el derecho a reírnos de todos, de nosotros mismos, los primeros. ¿Qué es el pecado? La libertad de expresión es el único principio sagrado. Desde el momento en que pensamos que nuestro dios o nuestro pensamiento es superior al de los demás, eso es el pecado más absoluto, la idea más abominable. ¿Cómo lleva la intensa competencia con otros monologuistas? Yo no soy monologuista, soy un bufón. Los que usted cita se presentan vestidos normalmente, como gente de la calle. Los bufones vamos disfrazados, no somos como los demás. A mí me gusta salir al escenario con una buena iluminación y un gran decorado. Siento que se toma usted muy en serio a sí mismo. Es que los bufones no somos como los demás. Tenemos una misión, unos deberes y una responsabilidad. Vestimos nuestros trajes de bufones para reivindicar la función social del humor. Todavía no me ha contado cómo será la Misa Patólica que oficiará en Sevilla. Me acompañará un músico y tenemos unos voluntarios que van a hacer una procesión como de Semana Santa. Y estaré yo, claro. Tengo la sensación de que quienes van a escucharle ya están convencidos de antemano. Bueno sí, tengo un público muy fan. Pero a veces vienen personas que me han visto en televisión. Y no saben que lo que hago en teatro es diferente. ¿Ya no tira huevos al público? Si tengo que hacerlo, lo hago. Pero en un teatro el contenido filosófico que doy es bastante mayor. ¿Si Podemos gana las elecciones, se tomará un descanso? Será bueno. Los de Podemos son gente fantástica. Personas que se han preocupado de manifestarse, que luchan por causas sociales, personas coherentes, con credibilidad, buenos amigos. ¿Más o menos amigos que los que tiene en la Sala TNT? Al director de Atalaya y la Sala TNT, Ricardo Iniesta, lo conozco desde los años 80. Lo que me encanta de él es su honestidad. No se ha vendido al sistema. ¿Cómo se defiende cuando le acusan de burlarse de los católicos y no de los musulmanes? No se crea que es fácil hacer humor sobre la Iglesia católica. Me han intentado agredir, en Madrid me pusieron una bomba en mi camerino. Y estoy vetado en ciudades como Valladolid y Valencia, si me invitan a una sala privada la amenazan con quitarle subvenciones. ¿Que por qué no me meto con países árabes como Libia o Palestina, donde mueren miles de personas y están destrozados?Porque yo sólo me meto con los poderosos, no con los desgraciados. ~