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Los defensores del pueblo avisan de la alta tasa de MIR en las urgencias

Cerca de un 40 por ciento de los médicos que atienden en este servicio están en periodo de formación.

el 27 ene 2015 / 12:17 h.

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Las urgencias de los hospitales sevillanos han registrado en el arranque de este invierno los mayores picos asistenciales de su historia. Médicos, enfermeros, auxiliares... todos coinciden en que la afluencia ha puesto a prueba un sistema asistencial sometido a un "escrutinio mayor que otros ámbitos sanitarios". La cita está recogida en el primer estudio conjunto de los defensores del pueblo sobre Las urgencias hospitalarias en el sistema nacional de salud: derechos y garantías de los pacientes. Tras el diagnóstico sobre la "situación de los derechos y garantías de los ciudadanos que acuden a los servicios de urgencias", los defensores recetan 40 mejoras a 40 males. Una de las prescripciones tiene como destinatarios a los médicos residentes, los conocidos por sus siglas, MIR. "Con carácter general, los médicos residentes asumen un grado excesivo de responsabilidad en la actividad" de las urgencias. El estudio incluso pone cifra a esa "alta presencia" de los MIR (médicos que están aún en periodo de formación): entre un 30 y un 40% de los médicos que atienden en las urgencias son profesionales residentes. Estos porcentajes se incrementan si el análisis se hace por franjas horarias y días de la semana. Hay más médicos residentes en los turnos de tarde-noche y durante los fines de semana, reseña el estudio. Los defensores lo tienen claro y afirman: "La asunción progresiva de responsabilidad por parte de los residentes no puede dejar en manos de estos profesionales la asistencia de urgencias durante amplias franjas horarias, aunque en todos los casos esté previsto un sistema de consultas con el facultativo adjunto correspondiente". En los hospitales Virgen del Rocío y Macarena de Sevilla son 1.286 los MIR que están formándose en estos momentos, según los datos facilitados por el Sindicato Médico Andaluz. Urgencias Este es uno, que no el único, de los factores que influyen en que los servicios de urgencias sean de calidad o no, apostillan los defensores del pueblo. Según datos de 2012, las urgencias sanitarias atendieron más de 26 millones de consultas. En torno al 15% de la población usa estos servicios y lo hace "por iniciativa propia y de forma directa", lo que evidencia, según el estudio, una "percepción de que las urgencias cuentan con más medios y resuelven mejor el problema". Los profesionales de urgencias detectan un aumento de la demanda que asocian "con la crisis económica". "De estos datos se deduce -continúa el estudio- que el ciudadano ha dado y da a la atención urgente mucha importancia y que existe un alto grado de consenso social sobre el deseo de acceder a este tipo de atención médica que le permite utilizar su criterio de necesidad". Pero la continuidad de las urgencias dentro de los parámetros de calidad recomendados, se topa, además de con los problemas de personal, con deficiencias en la gestión de los turnos de trabajo. "Si los picos de demanda se sitúan en la franja horaria entre las 12 y las 23 horas, una excesiva concentración de profesionales sanitarios en el turno más general, de 8 a 15 resultaría especialmente inadecuada", afirman los defensores en su diagnóstico. Sobre la situación de la plantilla, el estudio hace alusión también al efecto que el "nivel de exigencia" y las "condiciones de trabajo" tienen sobre el personal. Las urgencias son "entornos de riesgo por estrés laboral o lugares propicios para el desarrollo del conocido como síndrome del trabajador quemado", y para estas situaciones no hay "herramientas" de prevención. En materia de espacios, los defensores señalan que "las frecuentes situaciones de saturación de estos servicios y la todavía insuficiente cultura de respeto a la privacidad en el medio hospitalario no permiten, en muchos casos, garantizar la dignidad e intimidad de los pacientes". Y como conclusión, una advertencia: "Las urgencias son una de las áreas asistenciales donde mayor es el riesgo para la seguridad de los pacientes. Las situaciones de saturación en estas áreas incrementan el riesgo de error humano y el aumento de la morbimortalidad".

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