Mireia Belmonte y Aschwin Wildeboer confirmaron en los Campeonatos de Europa de piscina corta, en la ciudad croata de Rijeka, que son las grandes esperanzas de la natación nacional, ya que fueron la clave para que España consiguiera por primera vez siete medallas en unos campeonatos continentales de esta modalidad.
Tras el fracaso general de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, en los que sólo un español, Wildeboer, entró en una final en el 'Cubo de agua' de la capital china, y si bien esta competición continental es menor, los españoles volvieron el pasado fin de semana a ser elel mismo equipo competitivo que destacó en los europeos absolutos de Eindhoven el pasado mes de marzo.
Belmonte, nacida en Badalona en 1990, batió el récord de mundo de piscina corta de los 400 metros estilos para proclamarse campeona de Europa, sumar su segunda medalla de oro de esta temporada y resarcirse de sus anteriores pruebas en Rijeka. Antes que ella, sólo dos nadadores españoles a lo largo de la historia de éste deporte habían tenido en su poder récords del mundo: Martín López Zubero y Nina Zhivanevskaya. El primero entrenaba en los Estados Unidos, y la segunda nació en Moscú y hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, competía con la Federación de Rusia.
Aschwin Wildeboer, nacido en Sabadell en 1986, fue el mejor español en Croacia, sumando un oro empatado con el ruso Stanislav Donets en la primera jornada, en 50 espalda; y plata en los 100 y los 200 espalda. Además, el pequeño de los hermanos Wildeboer rebajó dos récords de Europa.
Rafael Muñoz fue otro de los jóvenes españoles destacados en Rijeka. Nacido en Córdoba hace 20 años, sumó dos de las siete medallas del equipo nacional: plata en los 100 mariposa y bronce en los 50 mariposa, rebajando su propio récord de España con 49.74. La séptima medalla la consiguió Alan Cabello, nacido en 1988 en Barcelona y también otra de las promesas de la natación española, que fue tercero en los 200 estilos.