De manera puntual se organizan visitas al trazado.Un estudio elaborado por los espeleólogos de Geos advierte de que el conjunto de galerías subterráneas, del antiguo acueducto que suministraba agua a Sevilla desde Alcalá de Guadaíra, “sufre importantes problemas de conservación e incluso daños irreversibles”, por lo que el colectivo aboga por la recuperación de su funcionalidad para garantizar su mantenimiento.

Geos lleva varios años trabajando para cartografiar todas las galerías subterráneas, gracias a un convenio con el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra

. Tras varios años de trabajo, los espeleólogos cuentan ya con un profundo estudio sobre el estado de conservación y las patologías de los túneles que habrían formado parte del antiguo acueducto romano. El antiguo acueducto romano, hoy popularmente conocido como Caños de Carmona, habría sido rehabilitado en 1172 por orden del rey Abu Yaqub Yasub. En 1254, Alfonso X habría ordenado la reanudación del suministro mediante esta infraestructura hidráulica.

El informe, de hecho, señala la existencia estimada de al menos 21.878 metros de galerías subterráneas excavadas en roca calcarenita y dotadas de lucernarios, pequeñas oquedades artificiales picadas en las paredes para la iluminación de los conductos. En algunos de los sectores investigados en Alcalá de Guadaíra, las paredes de las mismas gozan de enladrillado para fortalecer la construcción y sus dimensiones rondan los dos metros de altura por 0,85 de anchura.

Los resultados del informe parten de las topografías interiores realizadas en 1.804 metros del corredor principal y de otros 3.080 de otros topografiados mediante otras técnicas, pero siempre en el término municipal de Alcalá de Guadaíra. Los trabajos implican la localización e identificación de 127 lumbreras o pozos de aire y 16 arquetas, aunque el propio estudio refleja que “quedan tramos por documentar, explorar y cartografiar”.

De cualquier forma, este estudio destaca la “magnitud” de la obra de ingeniería implícita en la construcción de las galerías subterráneas, dado que según los cálculos de este grupo de especialistas, la excavación de cada metro habría supuesto la extracción de 3,6 toneladas de roca y materiales del subsuelo. Según estos expertos, los sondeos realizados en las galerías subterráneas en el marco de este proyecto de investigación prueban la existencia de “grandes problemas” para la antigua infraestructura hidráulica, como es el caso de “tapones, recrecimientos, derrumbes o áreas inundadas”.

El informe reclama “medidas protectoras serias, estrictas y eficaces” porque el conjunto sufre una “agresión” por el devenir del tiempo y la acción humana con daños “irreversibles” en algunas ocasiones, como por ejemplo el cegado de algunos de los pozos de aire como consecuencia de “obras externas”. Por todo ello, los expertos de Geos proponen que se reactive la “funcionalidad” de la infraestructura hidráulica para garantizar un “mantenimiento y vigilancia” de forma continúa.