Los hoteles de la ciudad de Sevilla han concluido una Semana Santa "complicada" registrando una ocupación media del 70 por ciento entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, unos valores similares a los encontrados en el resto de la Comunidad andaluza pero "significativamente menores" que los que se produjeron el pasado año.
En declaraciones a Europa Press, el gerente de la Asociación de Hoteleros de Sevilla, Santiago Padilla, ha manifestado que, frente al lamento de sectores como los hosteleros, que achacan a la lluvia y condiciones meteorológicas irregulares el descenso en las ventas respecto a lo esperado; a la hora de contratar alojamiento el tiempo es más bien "un pretexto" para quedarse en casa.
"Las precipitaciones han contribuido a que disminuyan las reservas de última hora, pero no han sido tan determinantes", ha expresado Padilla, quien ha apuntado que, si bien la de 2011 también fue una Semana Santa marcada por las lluvias, registró una ocupación más elevada que este año, a falta de concretar el cien por cien de los datos.
De este modo, Padilla ha señalado que las previsiones de cara a esta semana "no eran especialmente buenas", ya que a medida que se acercaba la fecha los hoteles seguían con "un colchón de oferta muy amplio", que les ha llevado a realizar descensos significativos en el precio. Aún así, en general los hoteles sevillanos no han conseguido colgar el cartel de 'completo', sufriendo especiales dificultades los alojamientos de mayor categoría.
Y es que, como ha subrayado el directivo de la Asociación de Hoteleros, "la gente va buscando la oferta y el mejor precio posible", quedando relegadas a un segundo plano cuestiones como la ubicación o la calidad. Esta es la inercia detectada por los hoteles en los últimos meses, que en Sevilla empezaron bien el año, en febrero sufrieron un "pinchazo" y en marzo se han resentido.
No obstante, los hoteleros no pierden la esperanza de terminar el mes de abril con una mejoría en los datos gracias a la Feria, que a dos semanas vista cuenta con previsiones "bastante mejores" que la Semana Santa.
