Si existe alguien de referencia en el ámbito de la ciencia homeopática, ese es Ángel Alcalá (Málaga, 1968). Hace unos días presentaba en la Fundación Tres Culturas su nuevo trabajo Origen alquímico de la homeopatía y terapia floral. De Egipto a Platón; de Al-Ándalus a Edward Bach (Editorial Bubok). El título, con el que queda claro que no aspira a erigirse en un autor de best-sellers, puede resultar poco asequible al profano, pero en él se esconde una reflexión muy asimilable que dicta que el origen de la moderna homeopatía se remonta a los más sabios genios del pasado andalusí.
-156 páginas después nos descubre usted que Averroes y Maimónides fueron los primeros homeópatas ¿no?
-Así es. Pero con anterioridad convendría citar a Hipócrates, quien consignó dos formas de curar: por alquimia vegetal (nombre de la pretérita homeopatía) y por alopatía (medicina científica). Todos los sabios desde entonces -y sí, también algunos posteriores como Platón, Aristóteles o Avicena- curaron por alquimia vegetal Con Abderramán III se produjo el gran esplendor de esta ciencia y la primera Escuela de Medicina del mundo, fundada en Córdoba por él, siguió los preceptos de las terapias con plantas.
-¿Qué implicaciones tendrá el saber ahora quienes son los ilustres mentores de esta praxis?
-He pasado doce años documentándome para demostrar que lo más grandes genios de la historia respaldan la autenticidad de la homeopatía. Esto no es cualquier cosa ya que puede ayudar a desenmascarar la ignorancia actual de quienes insisten en que los criterios de curación homeopáticos son falsos.
-La confrontación sigue enconada... Hace unas semanas en esta misma página el catedrático de Física Molecular, Manuel Lozano, hablaba de ustedes, los homeópatas, en términos de "peligros para la ciencia"...
-No tengo problema en recomendar la medicina convencional cuando hay urgencia. Pero quienes nos denigran no comprenden las leyes de la ciencia homeopática y sin embargo incurren en la alevosa tentación de negarla.
-¿Estarán condenados siempre a ser la "medicina alternativa?
-No creo que se nos pueda considerar así teniendo en cuenta que más de la mitad de los europeos hoy se curan por homeopatía. En Alemania, Francia e Inglaterra la alquimia vegetal está instalada en la Seguridad Social sencillamente porque es más barata y porque funciona. Para la homeopatía el ser humano es una unidad de espíritu, alma y cuerpo. Por eso la enfermedad será siempre la somatización de emociones negativas en la psique. Nosotros abordamos los problemas del cuerpo desde el alma.
-¿Alma?, ¿espíritu? Tendrá que entender perfectamente que los médicos se rebrinquen al escuchar tales palabras...
-Lo primero que tiene que hacer la ciencia médica convencional es demostrar que la consciencia puede reducirse a una fórmula química. Porque si no puede hacer eso, y no puede, no podrá tampoco explicar lo que es el hombre. Los médicos científicos no serán capaces jamás de comprender la totalidad que somos. Y si un paciente que llega a mí no cree en el alma, le hablaré de su mundo emocional: cada órgano representa emociones donde la enfermedad ha coagulado.
-Pero el efecto placebo funciona mejor con la tisana de eucalipto que con el ácido acetilsalicílico...
-La homeopatía se ha probado en animales y los animales no pueden tener efecto placebo... ¿qué me dice a eso? Es cierto que esta ciencia se basa en la personalización del remedio y, en ese sentido, es más difícil que haya un medicamento que sirva para todos. Pero lo que sí ha hecho la homeopatía es demostrar qué clase de sustancias vegetales curan objetivamente cada órgano.
-¿Por qué la sociedad ha perdido la conexión con esta manera tradicional de curar?
- Hemos sido muy injustos con la memoria de los andalusíes, que fueron tan andaluces como lo somos nosotros hoy. Muchos de ellos fueron grandes focos de luz en su época y los hemos borrado de los libros de texto. Por no estudiarse ni aparecen en las facultades de Filosofía. La España cristiana nunca ha querido reconocer el esplendor inmenso que se produjo en Al-Ándalus. Porque si hubo algo que hermanó a judios, cristianos y musulmanes fue que los tres comulgaron con la alquimia vegetal. A partir del barroco empezó a calar en el mundo de la física y de la ciencia unos criterios experimentales que cortaron los lazos con el cielo. La alquimia se hizo química, es decir, ciencia sin consciencia.
-¿Puede curar lo incurable?
- No, hay problemas mecánicos que requieren de una intervención quirúrgica. La analíticas son otro hallazgo formidable. Si llega un paciente con un mioma de considerable tamaño, es bueno advertirle que no va a poder evitar la intervención quirúrgica. Otra cosa es que lo trate con homeopatía para que vitalmente esté mejor para soportar la intervención. En la consulta he visto cómo celiacos, asmáticos, aquejados de fibromialga y hasta toxicómanos han mejorado muchísimo. Esa es mi incontestable experiencia.
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