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Los negros no están lejos

La Sevilla imperial era sin duda una ciudad convulsa, agitada, llena de gentes que iban y venían, con muchos negros o mulatos y ahí estriba en buena parte la proliferación de las hermandades y cofradías...

el 15 sep 2009 / 20:04 h.

La Sevilla imperial era sin duda una ciudad convulsa, agitada, llena de gentes que iban y venían, con muchos negros o mulatos y ahí estriba en buena parte la proliferación de las hermandades y cofradías nacidas antes de la medianía del siglo XVI que buscaban la forma de dar asistencia a quienes se cobijaban bajo ellas. No nacían porque unos u otros buscaran cómo ser cristianos puesto que cristianos eran todos y, además, no tenían la posibilidad de no serlo; nacían como sociedades -cristianas- de ayuda mutua. Desde un horizonte religioso cumplían un fin eminentemente social.

Andando el tiempo evolucionaron, desaparecieron las minorías étnicas pero siguieron formando un entramado ciudadano que acudió a remediar necesidades si se presentaban circunstancias especiales. Por eso ahora, cuando organizaciones como Caritas, desbordadas porque la crisis, han multiplicado las demandas de ayuda, causa perplejidad que no haya habido una respuesta socialmente perceptible desde el mundo cofrade y que el Cardenal, lamentándose de que los gobiernos dirijan su ayuda más a bancos y empresas que a personas necesitadas, no haya impulsado que desde las hermandades se buscara encontrar remedios.

Hoy los negros, además de en el Congo, están aquí, junto a miles y miles de inmigrantes de muchos otros países. Si todos atravesamos por situaciones delicadas, ellos mucho más. Antes que con comunidades sin desarrollar en otros continentes, es la hora de que los cristianos ejerzan la caridad y los no creyentes o agnósticos la filantropía con los que llegaron hasta aquí en busca de techo y sustento y no lo hayan. Esta Sevilla de la crisis es, para esos sectores, tan convulsa e inhóspita como la del Imperio, la que encontró soluciones en las hermandades. Además, por si alguien no se acuerda, estamos en Navidad.

Antonio Zoido es escritor e historiador

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