Economía

Los nuevos 'señores' del aceite

Agustín Rodríguez y Antonio Luque son los nuevos 'señores' del aceite de oliva. En torno a ellos, decenas de cooperativas se van sumando para agrupar la producción y comercializarla conjuntamente, aunque sea a granel. El olivar comienza a moverse. Ya era hora.

el 15 sep 2009 / 22:01 h.

Agustín Rodríguez y Antonio Luque son los nuevos 'señores' del aceite de oliva. En torno a ellos, decenas de cooperativas se van sumando para agrupar la producción y comercializarla conjuntamente, aunque sea a granel. El olivar comienza a moverse. Ya era hora.

Ha tenido que venir una crisis de precios en el aceite de oliva en los mercados de origen (o agrarios) para que los agricultores andaluces, de una vez por todas, tomen conciencia -a ver cuánto dura- de que la fuerza la hace la unión empresarial y de que la dispersión ya no tiene razón de ser, y menos cuando han cambiado las ayudas de Bruselas.

En efecto, ahora que la mayor parte de la subvención europea al sector llega bajo la fórmula del pago único -es independiente del volumen cosechado-, las cooperativas pequeñas de los pueblos, que abren sólo en tiempos de campaña para recoger y molturar la aceituna, ceden protagonismo en la tramitación de esas primas, de ahí que o se adaptan a la dinámica del mercado y a la lógica empresarial, o estarán condenadas a la desaparición.

De hecho, así está pasando en municipios de la Sierra Norte de Sevilla y en los limítrofes del sur de Badajoz. "A 30 céntimos se ha pagado el kilo de aceituna [hacen falta cinco para un kilo de aceite de oliva]. En un olivar intensivo, con mucha producción, salen las cuentas, pero en los otros, no. A muchos no les merece la pena recoger la cosecha", explican agricultores de una de esas localidades, pequeña es, pero dos cooperativas posee, y una de ellas no ha abierto en esta campaña.

Sistema de Precios Pool de la Fundación del Olivar. El kilo de aceite de oliva, a salida de almazara, cotizaba la semana pasada a 1,92 euros. En las mismas fechas de 2008, a 2,5, y dos años atrás se superaban los 4. Hipermercado sevillano, hace tres días. El litro de la marca de una cadena comercial, 2,2 euros, y eran tres el verano pasado. De nuevo, un producto reclamo, al igual que la leche, y así se revela en los folletos de las ofertas.

A río revuelto, ganancia de distribuidores. La crisis económica ha ampliado la presencia de las marcas blancas en los lineales de los comercios, en detrimento de las de los fabricantes. Fuentes de la industria admiten que de cada diez botellas vendidas, seis portan etiqueta del híper o súper en cuestión. Y esto es un factor clave en la presión a la baja que sufren los precios en el conjunto de la cadena productiva.

A los olivareros les quedan dos opciones. Primera, el derecho a la pataleta, que la semana pasada ejerció en Jaén -y en solitario- la organización agraria COAG, pero tiene el gran inconveniente de que la crisis económica y la subida del desempleo son problemas tan generales que ahogan los llantos de sectores particulares. Y la segunda, la estrategia de la unión, adoptada por UPA y Faeca con bendición de la Junta de Andalucía.

Ojo a Agustín Rodríguez, el secretario general de UPA-Andalucía. En su feudo jiennense, y tras haber peleado para que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) legalizara el regadío en decenas de miles de hectáreas de olivar, ha orquestado la sociedad Interoleo Picual Jaén, encargada de la comercialización de 40.000 toneladas de aceite sumadas por 10.000 olivareros y 11 cooperativas. Y ojo al omnipresente Antonio Luque, que, a través de Hojiblanca, va a agrupar la venta a granel de otras 80 cooperativas socias de la federación Faeca, con 160.000 toneladas. A éstas agregremos aquellas, salen 200.000, la quinta parte de la cosecha nacional. Esto se mueve.

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