Cultura

Los ojos que retrataron el horror

El Museo de la Autonomía recuerda a Norman Bethune.

el 31 ene 2015 / 16:00 h.

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600_Imagen ©Norman BethuneaDurante muchos años, demasiados, fue de esas cosas de las que no se hablaba pese a que muchos en Málaga conocían a alguien (un familiar, un amigo) que sufrió aquello. Eufemísticamente se le conoce como la desbandada, una palabra que ni se acerca al horror que empezaron a vivir aquel 7 de febrero de 1937 más de 100.000 personas en una capital costasoleña abarrotada de refugiados llegados de las provincias de Cádiz y Sevilla, fugitivos del avance de las tropas franquistas.

Con la ciudad a punto de caer, castigada desde tierra, mar y aire, una marabunta humana intentó penosamente huir tomando la carretera de Almería. Aquello acabó en masacre («el camino quedó cubierto de muerte», relató el periódico The Manchester Guardian), un horror cuyo único registro gráfico se lo debemos a un personaje singular, el médico canadiense Norman Bethune, un perfecto desconocido durante décadas. A rescatar su figura se ha dedicado en los últimos años Jesús Majada, doctor en Filosofía y Letras y profesor de Literatura de instituto que ahora comisaría la exposición La huella solidaria que, producida por el Centro Andaluz de la Fotografía, puede verse hasta el 12 de abril en el Museo de la Autonomía de Andalucía.

Todo un personaje. «Sin él y sus fotos no hubiésemos podido recuperar la memoria gráfica de lo que ocurrió», explica Majada a la vez que desgrana el curioso perfil de Bethune: uno de los mejores cirujanos torácicos de Canadá y EEUU y defensor de la sanidad pública (propugnó una seguridad social universal en su país natal), su militancia antifascista le lleva a dejar su buen puesto de trabajo para venir en noviembre de 1936 a España, donde crea la primera unidad móvil de transfusión sanguínea. Regresó a Canadá para recaudar fondos y con idea de volver a España, pero Japón invadió China y para allá que se fue, ganándose la admiración de Mao Tse Tung y un pueblo chino que le dio rango de héroe nacional.

Majada dio hace años con un librito del propio Bethune en el que había 26 fotos que le dejaron «boquiabierto», porque ahí, en su Málaga, se vivió algo muy parecido a lo que entonces mostraba la televisión de la guerra yugoslava. «Y nadie hablaba de ello aunque estaba muy vivo en la memoria de mucha gente», repite.

Lo curioso es que Bethune no llegó nunca a Málaga, porque la ciudad cayó y el frente se estabilizó en Motril. «El que logró cruzar el río Guadalfeo se salvó» de los destructores franquistas, los tanques italianos y la aviación alemana. Bethune desmontó su camioneta-ambulancia y se dedicó a llevar gente a Almería, repitiendo el viaje varias veces y haciendo unas fotos que han permitido que aquel horror no se olvide nunca".

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