Los partidos catalanistas (CiU, PSC, ERC e ICV-EUiA) pondrán a prueba en los próximos días, tanto en el Congreso como en el Parlamento catalán, su unidad en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. La primera prueba de fuego para ver si el llamado frente catalán sigue vivo después de la multitudinaria manifestación del sábado en Barcelona será el Debate del Estado de la Nación, previsto para mañana y pasado.
Paralelamente, el presidente catalán, José Montilla, quien aseguró ayer que la sentencia está llena de ofensas gratuitas que no tienen efecto jurídico, pero sí el efecto de tocar las narices", pidió ayer formalmente al Parlament que convoque un Pleno extraordinario para responder institucionalmente desde Cataluña a la sentencia, una sesión que algunos partidos prevén que se celebre este mismo viernes. Se da la circunstancia de que el plazo para que los grupos del Congreso presenten propuestas de resolución posteriores al Debate de la Nación finaliza el viernes 16 a mediodía, justo antes de que el Parlament haya emitido su reacción a la sentencia del Constitucional, aunque el Congreso votará sus resoluciones el día 20.
Aún así, el presidente del grupo de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, volvió a retar al PSC a votar, en el Debate del Estado de la Nación, fragmentos del discurso que hizo Montilla tras conocer el fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, a lo que el President replicó que es partidario de la unidad de los partidos que defienden la integridad del Estatut, pero que no aceptará ni "trampas" ni "tacticismos".
A pesar de las presiones de CiU al PSC para que se desmarque del PSOE, el presidente catalán tiene claro que el Debate del Estado de la Nación "no puede marcar el tempo" a la respuesta del Parlament a la sentencia, según fuentes del Gobierno catalán, que debe recibir en los próximos días el informe jurídico que encargó sobre la sentencia. Así, al preguntar a Montilla si el PSC romperá la disciplina de voto, indicó que "depende para votar qué": "Los 25 diputados del PSC en el Congreso están al servicio de Cataluña, no al servicio de otras estrategias, tampoco de las que se recrean en la indisoluble unidad de España, una postura de la que me siento muy lejos, y no soy independentista".
Por su parte, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, anunció ayer que su grupo sólo quiere la unidad de los partidos para "mirar hacia delante y no hacia atrás", por lo que no apoyará los intentos de recomponer el autonomismo ni tampoco que el Parlament autocensure sus leyes para cumplir la sentencia del Estatut. En cambio, el PP catalán ya pretende vetar que el proyecto de ley de veguerías, al que afecta la sentencia del TC, no sea aprobado en el Parlament.
Por su parte, el portavoz de ICV en el Congreso, Joan Herrera, aseveró ayer que tras la multitudinaria manifestación del sábado los partidos que defienden la integridad del Estatut deben acordar y trasladar al Congreso una resolución común que haga respetar "punto por punto" el Estatut. Entretanto, el ministro de Fomento, José Blanco, culpó al PP de la manifestación del sábado y les pidió explicaciones, mientras que los populares, a través de su número dos, María Dolores De Cospedal, exigieron al jefe del Ejecutivo que explique por qué el PSC fue una de las entidades convocantes de la movilización. Para la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, los catalanes reivindicaron el sábado "con fuerza y decisión" su sentimiento identitario.
