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Los presidentes del PP cierran filas con el liderazgo de Zoido

La cúpula popular da un golpe de timón para frenar los pulsos internos y para que el plan sucesorio de Arenas siga adelante sin oposición

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Arenas escenificó ayer el segundo plano en el Parlamento.

En un partido que no está acostumbrado a exhibir sus pugnas internas, las reticencias públicas expresadas por algunos dirigentes de la Andalucía oriental a que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, suceda a Javier Arenas al frente del PP-A desataron los nervios en la cúpula popular. El partido dio ayer un golpe de timón para dejar claro la "unidad" en torno al nuevo liderazgo de Zoido . Los ocho presidentes provinciales firmaron un comunicado, que se envió desde la sede regional, en el que piden al regidor hispalense que presente su candidatura en el congreso regional que se celebrará del 13 al 15 en Granada. Por primera vez, Arenas apostó públicamente ayer por Zoido como su candidato. El alcalde aún no ha aceptado formalmente el reto, pero nadie duda de que lo hará, aunque todo apunta a que respetará los cauces oficiales y esperará a la Junta Directiva. Compatibilizará el cargo con la Alcaldía aunque deberá abandonar el Parlamento por el veto a los regidores diputados. El jefe de la oposición volverá a situarse fuera de la Cámara, como ocurrió con Arenas entre 2004 y 2008. Lo que sigue en el aire es si será un presidente de transición y, en ese caso, quién será el candidato a la Junta.

La dirección popular salió ayer en tromba a apagar el conato de incendio que se produjo con la designación de Zoido no sólo para dirigir el partido hasta el congreso, sino para hacerse con las riendas del PP andaluz después de 14 años de férreo liderazgo de Arenas. Ayer todo fueron mensajes de "cohesión" en torno al alcalde de Sevilla, que será el único candidato en el cónclave. Sólo el regidor de Málaga, Francisco de la Torre, que va por libre, se reafirmó en su oposición a que el presidente de los populares andaluces pueda compatibilizar el cargo con la Alcaldía de Sevilla. El discurso oficial ahora es que ambas responsabilidades son "perfectamente compatibles". Los populares se preguntan por qué José Antonio Griñán puede ser a la vez presidente de la Junta, presidente del PSOE y secretario general del PSOE-A y Zoido, que también preside la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), tiene que renunciar a un cargo.

Los ocho presidentes provinciales emitieron un comunicado de cierre de filas con Zoido, una decisión que Arenas calificó de "sabia y acertada". Uno de ellos aseguró a este periódico que lo decidieron por la mañana porque la situación era ya "insostenible". En la nota resaltan la "amplia trayectoria" de quien fue durante dos años secretario general del PP-A y delegado del Gobierno en Andalucía. Reúne "todos los requisitos para dirigir el trabajo del PP andaluz en los próximos tiempos", reza el comunicado. Los líderes provinciales garantizan que Zoido contará con el "trabajo incansable" de las ocho provincias. Fuentes del partido sostienen que Zoido se ha ganado el "respeto total" de los populares tras haber arrasado en las municipales -consiguió el récord de 20 concejales- y que es una persona que despierta "simpatías".

CUOTAS

El escrito público de los líderes provinciales es un gesto importante. Zoido había manifestado que no aceptaría el reto de la sucesión si su nombre no generaba consenso. Fuentes del partido niegan que él haya exigido este pronunciamiento a favor e insisten en que, de momento, este juez en excedencia es el "hombre que puede calmar las aguas". Pero el comunicado no puede borrar de un plumazo las pegas que muchos dirigentes del PP, sobre todo de Málaga, Granada y en menor medida de Almería, ponen al ascenso de una persona que identifican al cien por cien con Sevilla, una provincia que genera muchas suspicacias. Los localismos también existen en las filas populares y Zoido tendrá que "contentar" a las provincias orientales si quiere lograr su aval, avisa una dirigente malagueña. Las provincias presionan para quedarse con el número dos y tres del organigrama popular.

En la cena que se celebró el lunes por la noche en Antequera, Zoido tanteó cómo se tomaron los líderes provinciales la maniobra de sucesión que cerraron pocos días antes Javier Arenas y Antonio Sanz, secretario general del partido -ambos también fueron a la cena en Antequera- con el beneplácito de Génova. La estampa de Zoido junto a la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, en la Semana Santa de Sevilla fue premonitoria y hay quien apunta a que en esos días la número dos del partido le trasladó al alcalde que él era la apuesta de la dirección nacional. Fuentes del PP-A afirmaron que la primera opción de Arenas cuando decidió dar un precipitado portazo a la política andaluza fue dejar en su puesto a Sanz, pero que se topó con el rechazo de Cospedal. El propio Sanz niega esa versión y cuenta que la secretaria general, quien mantiene una pésima relación con Arenas, le llamó "elegantemente" el domingo por la noche para decirle que tendría un hueco en Madrid. Por ahora Arenas se marcha a su despacho de vicesecretario de Política Local y Autonómica en la planta tercera de Génova -Cospedal y Mariano Rajoy están en la séptima- y Sanz ostentará algún cargo orgánico y asumirá previsiblemente un puesto relevante en la Cámara Alta.

Aunque el futuro del partido parece un poco más despejado, sigue en el aire quién será el cartel electoral del PP en las autonómicas de 2016. Arenas dejó claro ayer que en el congreso regional se elegirá a un nuevo presidente y a la nueva dirección, "pero no al candidato a la Presidencia a la Junta". A esto se agarran algunos miembros del PP-A para apoyar sin fisuras a Zoido. Creen que lo más jugoso, la candidatura electoral, está todavía vacante. Otro sector, sin embargo, reclama una renovación sin transición. De momento, la hoja de ruta escrita por Arenas pasa por que el alcalde de Sevilla dirija el partido los próximos dos años y que la candidatura a la Junta quede abierta. En la nueva cúpula popular se sentarán posibles sucesores y entre ellos, una vez llegado el momento, despuntará el aspirante a las autonómicas. Los nombres que están en liza son los del portavoz parlamentario, Carlos Rojas; el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; el secretario de Estado de Servicios Sociales y que fue mano derecha de Arenas en Génova, Juan Manuel Moreno; y la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo. Todos respaldaron ayer a Zoido, al que calificaron como la "persona idónea" para dirigir el partido. Otras fuentes recalcan que no se puede descartar que Zoido sea el candidato. Dependerá, dicen, del resultado de las municipales de 2015.

El principal protagonista no se pronunció ayer. Faltó al pleno del Parlamento porque estaba en Madrid en una reunión sobre un asunto muy local, la Torre Pelli. Dirigentes del PP-A insistieron en que será el propio Zoido quien decida la manera de comunicar que acepta el reto. Previsiblemente lo hará oficial en la Junta Directiva que se celebrará mañana o el lunes. Y entonces se empezará a digerir la sucesión.

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