La falta de liquidez y el retraso de los presupuestos municipales han provocado que en pleno mes de junio las calles del Centro sigan sin los toldos que se instalan desde hace casi 20 años para proteger a viandantes y comerciantes del calor. El PP, que mantuvo una reunión ayer con representantes del sector empresarial del Casco Histórico, instó al Ayuntamiento a buscar de forma inmediata patrocinadores para financiar esta medida que consideró “necesaria”. El Consistorio por su parte contestó que estarán puestos este mismo mes.
“La excusa del dinero no vale. Tengo inversores dispuestos a pagar los toldos y seguro que el Ayuntamiento también puede encontrarlos. El Gobierno municipal no ha movido un solo dedo para buscar a empresas que puedan pagarlos y tampoco ha querido gastar ni un euro en esta medida tan necesaria y beneficiosa para el comercio, los turistas y los ciudadanos en general”, apuntó el portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido. El edil incidió en que pese a que no esté el presupuesto aprobado se puede emplear una partida correspondiente al ejercicio anterior y subrayó el “malestar” de comerciantes y ciudadanos que han visitado el Centro con el calor de los últimos días.
La colocación de los toldos en el Centro de Sevilla se realiza todos los años desde hace casi dos décadas entre los meses de abril y mayo, siempre antes de la celebración del Corpus. Desde 1992, la financiación de este sencillo dispositivo –que luego ha sido copiado por otras capitales andaluzas–, con un coste de unos 300.000 euros se realiza a través de un plan de co-financiación entre el Ayuntamiento y una conocida marca de refrescos. Este contrato se renovó en 2005, pero en este ejercicio la medida no sólo no se ha llevado aún a cabo sino que no hay plazos cerrados. Urbanismo se ha limitado a señalar, durante la última semana de mayo, que ante el retraso de los presupuestos municipales, no se instalarían los toldos mientras no se aprobasen las cuentas que sí incluyen una partida destinada específicamente a proteger las calles del Centro del calor.
Esta situación fue censurada ayer por Zoido, quien trasladó el malestar de los comerciantes –se reunió con varios de ellos– tanto por la falta de información como por los efectos de la ausencia de este dispositivo especialmente para aquellos comercios con productos perecederos. Ya la asociación de comerciantes del Centro –a través de su portavoz Enrique Arias– y la asociación de vecinos de la Estación de Córdoba, a través de la presidenta de la entidad, Dolores Dávila, denunciaron la falta de aplicación de esta medida y las consecuencias para residentes y comerciantes del Casco Histórico.
Al igual que ya hicieron la pasada semana varios representantes vecinales y de comerciantes al criticar el retraso en la instalación de los toldos en las calles del Centro, Juan Ignacio Zoido subrayó que este gasto sí debía ser prioritario y no otros desembolsos que lleva a cabo el Ayuntamiento: “Si hay dinero para pagar las setas de la Encarnación, las mariscadas –en referencia a supuestos regalos vinculados al caso Mercasevilla– y la cooperación ideológica de Antonio Rodrigo Torrijos –en alusión a los proyectos de la Fundación DeSevilla– tiene que haberla para que los sevillanos no sufran los rigores del verano”.
La Gerencia de Urbanismo garantizó ayer que los toldos se instalarán durante este mes y vinculó el retraso únicamente a un problema administrativo derivado del retraso en la aprobación de los presupuestos municipales de 2010. “Los comerciantes de Sevilla y la ciudadanía en general podrán disfrutar este año de nuevo de los toldos, una estampa típica del Centro de la ciudad que a la vez sirve para dar sombra durante los meses estivales de más calor”, afirmó el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Millán quien arremetió contra Juan Ignacio Zoido por las críticas vertidas ayer contra el Gobierno municipal a las que tildó de “ridículas” y de “oportunistas”. “El PSOE ha optado por humanizar el Centro, peatonalizando calles para el uso y disfrute de los ciudadanos”, subrayó Millán, quien restó importancia al retraso sufrido por esta medida que desde hace 20 años se realiza antes del Corpus.
