Los vándalos vuelven a cebarse con las estatuas de los Jardines de las Delicias, que hace sólo seis años se habían sometido a una profunda y costosa recuperación. Tras una pequeña tregua, los ataques al patrimonio han vuelto con la decapitación cuatro bustos que montaban guardia en la avenida del Líbano. Como ya le ocurriera hace dos meses a la escultura de la glorieta de Luis Montoto, en el parque de María Luisa; o hace un año a la estatua de la fuente de Puerta de Jerez, acabaron sin cabeza víctima del vandalismo. La denuncia partió de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva. Un ataque que no ha sido el único que han detectado en los parques. Su presidente, Jacinto Martínez, también alertó del expolio que sufre el parque de María Luisa. El goteo de robos ha vivido sus últimos episodios en el Monte Gurugú, donde se han llevado los posamacetas de hierro. También ha desaparecido el panel biográfico de José María Izquierdo. Ante el aumento de actos contra el patrimonio, el alcalde,Juan Ignacio Zoido, ya salió públicamente a la palestra implorando a los sevillanos colaboración para denunciar a los vándalos. Sin embargo, para los vecinos no es suficiente y reclaman la puesta en marcha de una Policía Verde, que fue una de las promesas de Zoido antes de llegar a la Alcaldía. No se puede resolver el problema invirtiendo millones, si después no hay campañas de concienciación y agentes que velen por el mantenimiento de los parques, señaló Martínez. Un buen ejemplo es el propio Jardín de las Delicias, cuyo proyecto de rehabilitación, que se acometió por el deterioro sufrido por el vandalismo y las botellonas, supuso 1,6 millones para las arcas municipales en 2007. La Asociación de Jardines de la Oliva exigen que se ponga remedio a una situación que creende total abandono institucional. Por ello, no sólo reclama la puesta en marcha de la Policía Verde, sino que al frente de ella esté un cargo institucional que conozca la realidad de los parques de Sevilla.