Pastrana dice adiós tras 15 años y en un momento complicado para UGT-A

Anuncia una renovación en la cúpula del sindicato.

PASTRANA Manuel Pastrana anunció ayer que no optará a la reelección después de haber dirigido UGT Andalucía durante los últimos 15 años. Su relevo se producirá en el congreso previsto del 9 al 11 de mayo y aunque Pastrana apostó por una única candidatura –su relevo natural es Francisco Fernández Sevilla, segundo de a bordo en su ejecutiva–, se prevé una segunda opción, liderada por críticos frente a la actual dirección, que piden “regeneración”. Pastrana justificó que toca abrir un tiempo nuevo en un momento difícil para el sindicato y cuando la crisis está desmontando derechos y conquistas de los trabajadores. Su marcha coincide en una etapa de descrédito de los sindicatos entre los ciudadanos (las encuestas corroboran el desapego también con estas organizaciones) y entre denuncias por corrupción, con presuntas implicaciones de UGT-A en el caso de los ERE y por supuestos gastos abusivos de la cúpula sindical con cargo al presupuesto de la organización. UGT-A ha presentado un expediente de regulación de empleo para 159 trabajadores que ha terminado en los tribunales y que está íntimamente relacionado con la batalla campal en mitad de la que ayer se despidió quien ha sido uno de los artífices de los años de concertación y de la paz entre Junta, sindicatos y empresarios. Pastrana no está bien de salud. Sufre una enfermedad degenerativa grave contra la que pelea con una dureza insólita. Ayer, antes de comenzar a atender a los periodistas, aclaró que esa misma mañana se había levantado sin oír. Una compañera junto a él le escribía cada pregunta en un papel. No fue eso óbice para que atendiera todas las cuestiones, algunas de forma desabrida, otras sin dar datos y casi todas con genio y coraje. El secretario general de UGT-A desde 1998 aseguró que maduró su marcha hace cinco meses y que él ya tenía pensado irse en el último congreso, cuatro años atrás, pero que entonces su enfermedad lo postró “en la UCI de un hospital entre la vida y la muerte”. Según él mismo trasladó, esto originó una  tensión interna en su ejecutiva entre quienes pensaban que no debían postular  a otro candidato en esas circunstancias y quienes creían que sí. Así que Pastrana se quedó otros cuatro años y, para su desgracia, en ese trance último se va embestido por una dura crisis y feroces críticas contra el sindicato. “Si la puñetera crisis económica no hubiera acabado con todos los logros...”, lamentó ayer. Él dijo que no se marcha “satisfecho” pero sí recordó que UGT es el principal sindicato de Andalucía, con 200.000 afiliados. En el 98, a su llegada, no lo era. Los afiliados se han duplicado desde entonces. “Tengo un sentimiento extraño”, admitió. La mayoría de las dos horas de rueda de prensa, Pastrana tuvo que responder a las denuncias aportadas en el juicio laboral que mantiene UGT-A con sus trabajadores y que ha publicado Abc. Una de las más llamativas se refiere al pago con la VISA del sindicato de un cena en un hotel de lujo en Sudáfrica, en diciembre de 2012, con un importe de 852 euros. Pastrana admitió que ese pago se había efectuado para una cena “de trabajo” de 24 personas en el transcurso de un cónclave internacional celebrado en ese país. “Pagó UGT Andalucía porque seis personas que integraban la delegación no tuvieron ningún gasto de viaje ni de alojamiento”, se justificó. “Ese es el gran derroche, los otros 400 euros”, dijo, “era los billetes de AVE Madrid-Sevilla de las seis personas que viajamos”. “Personalmente el único gasto extraordinario que tengo es el tabaco y me lo pago yo”, dijo, quien aseguró que en sus viajes suele comer “un bocadillo de tortilla y una coca-cola light de pie” con el conductor. “Si me pregunta, pues sí, soy caro, necesito un coche, un conductor, una vivienda...”. Pastrana hizo una defensa cerrada de su honor, aunque eludió dar datos sobre a cuántos ascienden los gastos anuales que suele pasar la cúpula del sindicato –“son variables”, dijo– o con qué saldo cerró el pasado ejercicio UGT-A. “Los datos están ahí y se los doy, eso sí, si no es para hacer una putada”, dijo visiblemente enfadado. En otro momento, denunció “una operación de acoso y destrucción”. UGT-A incluirá novedades en su congreso para dar más “transparencia” al funcionamiento del sindicato, incluyendo mecanismos públicos de evaluación. Pastrana defendió que su ejecutiva ha sido “especialmente escrupulosa y celosa” con las cuentas y negó el cobro de sobresueldos en su equipo. “En mi puñetera vida he cobrado eso”, insistió. Él, dijo, tiene un salario de 1.700 euros más los gastos “variables” que pasa y el sindicato le proporciona la casa en la que reside en Sevilla. En total, explicó, UGT-A tiene cuatro viviendas en propiedad y una en alquiler para miembros de la dirección de fuera de Sevilla. Ante la petición del PP de que el sindicato explique con transparencia sus cuentas, Pastrana fue tajante: “No creo que el PP esté en disposición de pedirle explicaciones a nadie”.

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