Cultura

Manuel Valencia: «Me gusta más escuchar que tocar la guitarra»

El joven músico jerezano visita los Jueves Flamencos

el 19 feb 2015 / 13:00 h.

Imagen image001 copiaweb El 2014 fue su año, pero la racha aún no ha terminado. Después de llevarse la Venencia Flamenca de la Mistela y el Giraldillo Revelación, Manuel Valencia (Jerez de la Frontera, 1984) afronta el nuevo ejercicio con una cita grande para empezar: hoy estará en el ciclo los Jueves Flamencos de Cajasol a las 21.00 horas desplegando su toque sobrio y hondo, poco amigo de las carreras y los efectismos. «No sé si estoy encantado o ennerviao perdido», comentaba ayer este guitarrista que empezó con su tío FernandoTerremoto –«la guitarra era para mí un juguete», recuerda– y pasó luego a la tutela de Gerardo Núñez. «Sevilla es una plaza por la que hay que pasar, y en la que hay que dar el 300 por ciento», agrega. El músico acudirá a la cita «rodeado de gente que me quiere y da todo por mí», como el bailaor El Junco, los cantaores David Carpio y Felipa de Moreno, las palmas de Carlos Grilo, Manuel Salado y Diego Montoya y la percusión de Cepillo. «A ver qué sale, porque el arte tiene el día y el momento. Pero me encuentro en forma y le estoy echando muchas horas estas últimas semanas. ¿Presión? No, estas oportunidades solo sirven para motivarte y exigirte más», subraya Valencia, que tiene previsto incluir en su repertorio bulería por soleá, rondeña, alegrías, fandangos, seguiriyas, malagueñas, soleá y bulerías. Este joven intérprete, que considera que «la técnica hay que utilizarla cuando corresponde, aunque respeto a los guitarristas virtuosos, porque nadie imagina la de trabajo que hay detrás», cree que está en un momento especialmente dulce de su carrera, reconocimientos aparte. «Me estoy encontrando a mí mismo, que es lo que un artista debe hacer. No sé tocar de otra manera: si no siento un acorde, un picado donde debería estar, no lo hago, no me sale». Dice no conocer otra fórmula para llegar adonde está que «trabajar, trabajar y trabajar», y se felicita de que su ciudad, Jerez, tenga actualmente a maestros de las seis cuerdas como Gerardo Núñez, «el abanderado de la guitarra jerezana contemporánea», Parrilla, Diego del Morao, Antonio Rey «y muchos otros nombres que están de Champions League, un abanico impresionante para una ciudad de 200.000 habitantes», comenta. «Siempre me ha gustado más escuchar la guitarra que tocarla», asevera Manuel Valencia, quien recuerda que cuando escuchaba la guitarra de su tío Fernando Terremoto salía volando, dejando lo que tuviera entre manos. Afirma que será difícil oírle alejándose de la vereda de lo jondo. «Se puede coger influencia de cada música, es bueno enriquecerse y adoptar elementos de aquí y allí, pero tengo tanto que aprender en el flamenco, que no me veo metiéndome en el blues o el jazz. Me volvería loco», dice. Y agrega a renglón seguido: «En casa yo lo que escucho es flamenco. Y de vez en cuando, la radio». Tras la cita de los Jueves Flamencos, Valencia afrontará otro examen de los severos: el Festival de Jerez, donde llevará «algo más arriesgado» que su repertorio habitual, y se hará acompañar por David Carpio al cante, Pablo Martín al contrabajo y Manuel Liñán al baile. Pero ya no hay prueba que se le haga demasiado cuesta arriba al jerezano, ni dudas sobre un hecho: que 2015 volverá a ser su año.

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