El jugador abandona el campo tras su lesión. Foto: Álvaro García.
Con tan sólo 21 años le ha tocado vivir en más de una ocasión la parte amarga del fútbol: las lesiones. El centrocampista del Morón, Mario García, sufrió una aparatosa caída hace diez días en el encuentro de la segunda jornada de Liga ante La Barrera. Se rompió el radio y el cúbito de su brazo izquierdo en una acción totalmente fortuita, y eso hizo que rememorara otro desagradable episodio que sucedió hace dos años.
En aquella ocasión el futbolista jugaba en el División de Honor juvenil del Sevilla Este, y en el partido ante el Betis se rompió la tibia y el peroné. Un momento que él recuerda perfectamente. Fue algo muy duro. Cuando sentí el golpe sabía que era algo grave. Me costó mucho superar la lesión porque fue mucho tiempo de recuperación. Más de seis meses parado, desde enero a junio. Fue a partir de ahí cuando pude empezar a correr algo, pero tenía que seguir trabajando para recuperar la musculatura y la fuerza en la pierna, recuerda un Mario que reconoce que esos malos momentos le están ayudando a superar la actual lesión.
Fue una situación bastante desagradable por ver como estaba el brazo, pero no estaba muy asustado porque ya había vivido algo parecido con la lesión anterior, que además fue mucho más grave. Su entrenador, Antonio Rivera, Pirri, está siendo pieza importante en su recuperación, sobre todo a nivel moral, dándole al futbolista muchísimo apoyo y confianza de cara a su vuelta a los terrenos de juego. Marcos, con el brazo enyesado al completo, tiene cita en el hospital el próximo día 1 de octubre. Si se cumplen los plazos, a finales de noviembre exhibirá de nuevo su fútbol en el Alameda.
