"Me rebelo contra la idea de que Gines sea un pueblo dormitorio"

Desde hace ocho años, Manuel Camino gestiona el Ayuntamiento de Gines con el objetivo de conseguir una sociedad igualitaria e integradora.

el 19 ene 2015 / 12:00 h.

bin_33796052_con_16651775A escasos 20 kilómetos de la capital, Gines corre el peligro de considerarse un pueblo dormitorio. Consideración que no agrada al alcalde, Manuel Camino. Desde hace ocho años, trabaja para hacer de su municipio un referente económico y turístico del Aljarafe, con un territorio que está colmatado casi al 100 por cien. —Tras el desembarco de una conocida empresa de comida rápida, ¿cómo marcha el proyecto de El Pétalo? —Ya se ha iniciado el proyecto de urbanización del sector de Marchalomar y estamos a la espera de cerrar acuerdos con grandes empresas. Es un sitio estratégico por su proximidad a la A-49 y eso despierta el interés de empresas importantes. El Pétalo es la esperanza para el empleo de Gines y estamos trabajando para que se apruebe un plan general para dar puestos de trabajo en el sector terciario. A esto se le suma el desarrollo de otro sector, como el de Gines Plaza, en terrenos adyacentes a Marchalomar y del que en breve se firmará el proyecto de urbanización. —¿Esta zona permitirá a Gines ser referente del consumo y del ocio en el Aljarafe? —Ya lo es. Tenemos uno de los Mercadona que más venden en Andalucía y al que acude gente de todos los pueblos, porque se sitúa en un lugar con un flujo elevado de vehículos. Y con el McDonalds pasa lo mismo, por lo que si vienen otras firmas conocidas, seguramente mucha gente vendrá a consumir, lo que se traduce en riqueza municipal y mantenimiento del empleo. —¿Cómo se porta el mercado laboral con los ginenses? —Muchos vecinos han perdido su trabajo, pero fuera de Gines. El municipio se ha caracterizado por depender siempre de la capital y de las zonas más pobladas. Aquí se mantiene el pequeño negocio, que es el alma de la economía local. Y aunque algunos han cerrado, es rara la semana que no se aprueba una licencia de apertura, lo que da pie a pensar que es un pueblo vivo que quiere seguir aferrado a su economía. —¿En qué fase está la obra de la pasarela de Bormujos? —El proyecto va ralentizado. Lleva años de retraso porque no cuenta con una partida fija, sino que el Ministerio de Fomento lo va dotando en función del presupuesto de cada año. En un principio tiene que estar finalizada este año. Además, el proyecto ha sufrido una modificación. Al principio el acceso iba soterrado y se ha cambiado por una carretera en superficie. —¿Qué va a pasar con el antiguo acceso? —Presentamos un recurso de reposición para que no se cierre el acceso a la antigua carretera de Bormujos desde la salida, pero nos rechazaron las alegaciones. No obstante, seguiremos luchando. —¿Cómo evoluciona la recuperación de la Hacienda del Santo Ángel? —Se están haciendo obras en las antiguas cocheras. Estamos pendientes de firmar el contrato con la empresa que se encargará de las obras de consolidación del señorío, la almazara y la casa del capataz. Espero que las obras empiecen antes de Semana Santa. Gines era un pueblo agrícola y en un espacio reducido tenía varias haciendas, pero esta era la más simbólica no solo por ser la más grande, sino por ser un referente cultural y artístico y por estar en un sitio privilegiado, en pleno corazón del pueblo. Por eso con la rehabilitación se pretende devolver el edificio al pueblo para uso administrativo, la participación ciudadana y el uso artístico y cultural. —La Pará ha convertido a Gines en referente turístico y foco de tradición, ¿por qué apostaron por esta vía? —Cuando llegué a la Alcaldía, Gines estaba aislado. Estos pueblos tienen el riesgo de estar próximos a Sevilla y si el Ayuntamiento no ofrece ni se implica con la ciudadanía en realizar actividades que les permita hacer del pueblo un lugar vivo se convierte en un pueblo muerto, sería un pueblo dormitorio, algo contra lo que me rebelo. La Pará era una forma de refrendar la devoción rociera por la que siempre ha sido conocida Gines, implicando a los vecinos.

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