Los efectos de la crisis económica se dejan notar en los juzgados. Los embargos están a la orden del día. Medio centenar de inmuebles (garajes, locales y, sobre todo, pisos) se subastarán en los juzgados de Primera Instancia de Sevilla en los primeros meses de este año.
La vivienda más barata en la ciudad de Sevilla, con un precio de salida de 36.481 euros, está en la avenida de Pino Montano, número 2, cuarto A. La más cara es una casa con 248 metros cuadrados en la calle Rastro, 26, en San Bernardo. Su precio: 1.549.260 euros.
En 2001, la Ley de Enjuiciamiento Civil abrió al público las subastas judiciales, que se han convertido en un medio muy solicitado para comprar casa. Lo mejor es que las casas que vienen de embargos judiciales pueden alcanzar un precio hasta un 50% inferior al del mercado, pero necesitan del pago de la fianza, que es del 30% del precio de salida. Otro problema es asistir, ya que las subastas por embargo judicial se celebran en los juzgados de primera instancia.
Deudas. Además, hay que tener en cuenta dos aspectos: se deben comprobar la situación física del inmueble y, sobre todo, las cargas que pesan sobre la finca, porque tanto las cargas anteriores a las que se ejecuta como los créditos preferentes tendrán que ser pagados por el que adquiere la vivienda. Además, aunque muchos de los pisos que se subastan tienen muchos desperfectos, no se pueden visitar. Por tanto, para obtener información hay que ir a los juzgados donde se celebran las subastas y estudiar el expediente del inmueble correspondiente.
El piso de la avenida de Pino Montano se subastará el próximo día 20, a las 11.30 horas en el juzgado de primera instancia número 12 de Sevilla, mientras que la casa de la calle Rastro saldrá a subasta el día 12 de marzo, a las 12 en el juzgado de primera instancia 22.
Aumento. Del lote a subastar por embargos a principios de año, 21 inmuebles son pisos y locales en la capital hispalense, 26 en la provincia y tres en El Puerto de Santa María, Córdoba y Cádiz.
La crisis económica que atraviesa el país ha hecho que las demandas por reclamaciones de impagos de deudas inundan la jurisdicción civil. En el primer semestre de 2008 se registraron 2.700 asuntos más que en el mismo periodo de 2007; y jueces y abogados coinciden en que esto no ha hecho nada más que empezar. Pequeños pagos, deudas, pagarés, letras, embargos... Son las cuestiones que cada día se están volviendo más habituales en los juzgados de Primera Instancia de la capital como consecuencia de la crisis económica, lo que está provocando un aumento considerable del número de asuntos totales de esta jurisdicción. Durante la bonanza económica fueron muchos los que se embarcaron en pagos a plazos y pequeños créditos y ahora, con la subida de las hipotecas y la falta de empleo, tienen que vérselas ante el juez.
