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Mel: "El Betis debe entrar en el siglo XXI, todavía se parece al que yo dejé"

Pepe Mel ha cumplido su sueño y por fin es entrenador del Betis. Llega en una mala época, pero "los momentos no se eligen", recuerda. En esta entrevista revela alguno de sus planes de futuro para el equipo verdiblanco.

el 25 jul 2010 / 20:53 h.

-Lleva sólo tres semanas en el Betis, pero deben de parecerle como tres meses, ¿no?
-Sí, sobre todo porque el club tiene ciertos vacíos en ciertas parcelas y esos vacíos los tienes que llenar tú. La gente a lo mejor me ve en situaciones anormales, pero es por el bien del Betis.

-¿Desde cuándo quería entrenar al Betis?
-El equipo que más me marcó como jugador fue el Betis. He tenido casa aquí, mi hija es forofa del Betis... Era mi ilusión desde hace muchísimo tiempo.

-Y con todo lo que ha esperado, ¿no cree que ha llegado en un mal momento?
-Los momentos no se eligen. Ha habido otras veces en que o yo tenía trabajo o el Betis ya tenía entrenador; nunca coincidimos. Quizás ha ocurrido en el momento en que menos lo esperaba. Estaba de vacaciones y al corriente de que había habido una compra de acciones y que parece que Lopera ya no estaba, pero daba por hecho que el Betis tenía entrenador, así que no me preocupé lo más mínimo. La paradoja es que cuando más distendido y despreocupado estaba es cuando llamaron a mi puerta.

-La negociación no fue larga.
-No, pero para mí era muy importante cerciorarme y tener la claridad absoluta de que el Betis no estaba con entrenador. Era todo muy confuso y difuso y para mí era lo principal por respeto a Víctor Fernández, porque es un grandísimo entrenador y un compañero. Por eso cuando os dije que mi contratación había sido hacía 24 horas era por eso, porque hasta que no quedase claro no había nada que hablar.

-¿Llegó a hablar con Víctor?
-No. Oliver me dijo que Víctor no iba a ser el entrenador y si el que ha comprado el club te dice eso, tú tienes que creértelo.

-¿Tuvo mucho trato con Lopera cuando era jugador?
-Mis dos últimos años fueron sus dos primeros. Mi relación era normal, y en los 17 años que he estado fuera lo habré visto dos o tres veces, pero de hola y adiós.

-Él ya lo quiso a usted para el Betis en un par de ocasiones...
-Sí. Primero fue cuando estaba en el Rayo y luego cuando estaba en el Alavés. Entró Piterman y yo no iba a seguir, pero el Betis se decidió por Serra Ferrer.

-Usted llega al Betis justo antes de Lopera y vuelve cuando se va él. Qué curioso, ¿no?
-Sí, pero lo que me interesa es el presente y el futuro; el pasado ya no va a solucionar nada. Lo que importa es solucionar este lío social y preparar a los jugadores para una liga muy dura.

-Al Betis se le critica la falta de estructuras. Usted salió en 1993 y regresa en 2010. ¿Ve que el club se parece demasiado al que dejó hace 17 años?
-Pues por desgracia sí. No me gusta mentir. Este club necesita avanzar con pasos de gigante y meterse en el siglo XXI porque tiene cualidades, potencial humano y una masa social increíble. Avanzan cosas, pero no es suficiente. Un club moderno necesita estar al día de muchas cosas en las que el Betis está un pasito por detrás. El club es muy parecido al que dejé y hay mucha gente que sigue. Que sea un club familiar no es malo, pero se pueden compaginar las dos cosas.

-Y nada más llegar se topa con el famoso auto de la jueza.
-Me pilló en el AVE. Empecé a recibir llamadas y parecía que se había acabado el mundo. La verdad es que está siendo todo tan complicado que si al final ascendemos será un éxito maravilloso, porque con más problemas no se puede arrancar.

-¿Qué se le pasó por la cabeza?
-Que mi trabajo iba a ser el triple de difícil. Pero el que me contrata es el Betis, no una persona sino el consejo de administración, y debo seguir trabajando igual.

-¿Dudó sobre su futuro?
-No, y además quiero dejar claro que nunca he pensado en mí. Hay gente que me pregunta si lo he pensado bien, pero estoy en el Betis, que es una ilusión que tengo desde hace mucho tiempo.

-Oliver habló con usted al día siguiente, ¿no?
-Hombre, es obvio. Si yo estoy tranquilo, transmitiré tranquilidad a los jugadores, y si los jugadores están tranquilos, harán las cosas bien. Esto es una cadena, y si se interrumpe por algún lado, algo va a fallar.

-¿Notó inseguridad o miedo en los jugadores?
-Los futbolistas son como cualquier trabajador: si llegan a fin de mes y no saben si van a cobrar, estarán intranquilos. El consejo lo entendía y tenía que venir aquí a dar la cara. El que viniera nos daba igual, el caso es que alguien tenía que explicar a los jugadores qué pasaba. Eso es lo que pedí a Oliver en Madrid, que lo que me importaba es que el jugador estuviese tranquilo. Que nadie olvide que si el Betis tiene arreglo, una parte importante pasa por el campo. Si el Betis sube, todo es más sencillo.

-Y después de la reunión, ¿el vestuario está ya tranquilo?
-Los futbolistas han escuchado a alguien que les ha hablado con sinceridad y saben cómo está la situación. Nadie ha engañado a nadie. Engañar a un futbolista lo puedes hacer una semana, pero al final se da cuenta. Oliver les dijo que la situación es difícil, que no se preocupen por sus contratos de este año porque se los garantiza y que lo único para lo que necesitarán paciencia y calma es para cobrar lo del pasado. Y han reaccionado de forma profesional.

-¿Qué tipo de entrenador es Pepe Mel?
-Para mí es importante saber que tenemos 21 partidos en casa, 21 partidos en los que la gente se saca una entrada porque quiere ver un espectáculo. Hay que cuidar eso. Creo que es más fácil ganar un partido jugando bien, pero que no siempre se puede. La Segunda División es una categoría fea que no premia el fútbol y tenemos que adaptarnos a eso.

-¿El Mel delantero se ha trasladado al Mel entrenador?
-De alguna manera sí. Intentaremos tratar bien el balón y ser protagonistas. Pero en la mitad está la virtud. La Segunda premia en exceso a la gente que no encaja gol, es así históricamente. El que no encaja está arriba. Ahí tenemos el ejemplo de la Real Sociedad. Nosotros, por forma de ser y porque la historia nos lo exige, tenemos que premiar lo otro: hacer gol, jugar bien... Intentaremos ser fuertes atrás, pero también que la gente vea un equipo organizado que quiere jugar.

-¿Es de látigo con el jugador?
-No. Creo en el convencimiento de las cosas. Una persona que hace las cosas porque está convencida las hace mejor.

-Usted desea una plantilla de 22. ¿De verdad es factible?
-Vamos a intentarlo. Cuando hago una lista de 18, ya dejas a cuatro enfadados. Cuando das el once, dejas a otros siete enfadados. Cuantos más son, más problemas. Pero no será fácil, cogemos una herencia de gente con contrato, contratos además prohibitivos incluso en Primera.

-¿Cuál es su teoría de por qué no subió el Betis?
-Mi teoría se la he dicho a los futbolistas. Como es muy dura, prefiero no decirla en público. Sólo digo que yo competí contra el Betis y le vi competir.

-Es decir, que su teoría tiene que ver con el carácter.
-Lo primero que te pide esta división es intensidad, agresividad y hambre por ganar cada punto. Si no tienes esas tres cosas, el rival siempre las tiene, y más contra el Betis, porque contra ti encima dan un plus. Si no estás a su altura, es muy difícil.

-¿Con el talento no basta?
-No. España es la mejor del mundo y el Barça es el mejor de la Liga no por lo bien que juegan, que también, sino por lo solidarios que son todos en el campo y por cómo trabajan sin balón.

-Hablemos del plantel. Usted llegó con tres fichajes hechos...
-(interrumpe la pregunta). Me parecen tres fichajes excepcionales. Yo ya quise firmar a los tres para el Rayo. No hace falta ser un Séneca para saber que en Segunda son buenos. Me parecen fichajes acertados y una buena gestión del que la hizo. Aun así, para nosotros no es suficiente.

-¿Mel también colabora en la planificación?
-Por supuesto. Mi trabajo no termina cuando me ducho. No termina para ningún entrenador, así que imagínese en un equipo donde todo está tan ambiguo y en el aire. Tienes que involucrarte y colaborar en todas las parcelas.

-El fichaje de Belenguer ha llamado mucho la atención.
-Teníamos claro que esa parte de la defensa no estaba bien cubierta. Fue nuestra prioridad y buscamos experiencia, pero también tener gente como Miki Roqué o Fran No, que pueden aprovechar esa experiencia para ser el futuro del Betis. La gente no se tiene que fijar en el carnet. Belenguer tiene 37 años, pero viene de jugar 20 partidos en Primera. Esta plantilla necesita encontrarse a sí misma y ver los errores que ha cometido, así que necesita gente crítica y que ayude a tirar adelante.

-¿Está mentalizado de que afrontará la temporada sin Sergio García ni Emana?
-Sergio García y Emana jugaron muchísimos partidos el año pasado y el Betis no ascendió. No me dice nada. Subió la Real, y seguramente preguntas a los béticos que te digan tres futbolistas y te dirán a Xabi Prieto, Aramburu y poco más. Y subió el Levante con un inicio con dificultades, parecido a lo que ocurre en el Betis, pero siendo un grupo solidario y compacto. No es garantía de nada que estén aquí Sergio y Emana. Para mí, el Betis era de los ocho mejores equipos de Primera el año que desciende.

-Que no será un trauma que se vayan, vamos.
-Para nada. Es más, yo firmé por el Betis dando por hecho que ni siquiera iban a estar aquí [en el stage], pero todo se demora y es más difícil: el momento de la sociedad, la escasez de dinero...

-¿Es difícil entrenar a un grupo con muchos futbolistas que seguramente se irán?
-De momento no, aunque cuanto más se acerque la competición mayor será el problema.

-Se habla de diez salidas...
-No crea que van a ser tantos. No creo que de aquí se vayan más de cuatro. No es fácil buscar acomodo a fichas de más de un millón de euros cuando el Betis viene de un fracaso deportivo y cuando estamos colocando jugadores de Segunda. Eso es lo primero que dije a los futbolistas: ‘señores, ustedes y yo somos de Segunda, y cuanto antes nos adaptemos a esa realidad, mejor'.

-Querrá que la plantilla se remate antes del 31 de agosto, no como otros años, ¿no?
-Las salidas son primordiales. No podemos ponernos a fichar como locos para que luego haya que dejar a gente sin ficha. A ver si esta semana los movimientos son más hacia fuera que hacia dentro.

-Y a la hora de fichar, ¿cuál es su prioridad ahora?
-Buscar delanteros. Tenemos que prever que lo de Sergio sí es una salida factible, así que sólo tendríamos a Jorge Molina.

-¿Y Jonathan Pereira?
-Por desgracia va a estar mucho tiempo lesionado. No es entendible que un futbolista que se fue lesionado también vuelva lesionado, pero el caso es que no vamos a tenerlo de momento, así que tienen que venir por lo menos dos delanteros sí o sí.

-Suena mucho Rubén Castro.
-Lleva dos años haciendo 14 goles y sería una ayuda, pero tendría que venir otro más. Y también estamos buscando un jugador para sacar el balón.

-¿Han renunciado a Matilla?
-No, lo que pasa es que cada vez que se pronuncia un nombre, el club te espera con la escopeta recortada debajo de la mesa. Es normal. Si cualquier club del mundo dice que quiere a Emana, pues estupendo para nosotros. Es lo que pasa con Matilla. Ni mucho menos lo damos por perdido, intentamos que el Villarreal y el Betis lleguen a un acuerdo.

-¿Por qué elige a Roberto Ríos como segundo entrenador?
-Aparte de haber sido compañeros, yo fui su profesor en el curso de entrenadores y sé que le hacía ilusión. Qué mejor que tener a alguien que conoce el club y que lo quiere.

-Con todo este jaleo, ¿qué actitud espera de la afición?
-Que esté comprometida con el equipo, aunque pedírselo está de más porque siempre lo hace. Lo que espero es que tenga un pelín de paciencia, que el verano está siendo muy movido.

-Oliver insiste mucho en pedir unidad. ¿Usted también?
-Si yo pago una entrada, el que debe animarme es el actor. Yo no tengo por qué animar al actor, yo voy a ver una película y me gusta o no me gusta, pero no animo. En el fútbol es parecido. Yo pido a los jugadores que con su trabajo animen a la gente, porque la gente va a necesitar muy, muy poquito para animar al Betis.

-Aunque sea muy pronto, ¿cómo ve la categoría?
-Muy complicada. La categoría es de locos, España ya estaba en el Mundial y todavía se estaba jugando; no tiene sentido. Pero bueno, está claro que todo el mundo nos dará a nosotros de favoritos, y al Valladolid y al Tenerife porque han descendido, aunque aquí subir de Segunda B o bajar de Primera no significa nada. Para mí, por ejemplo, uno de los aspirantes al ascenso es el Granada. Y es el primer rival.

-Ya que lo menciona, ¿qué le parece el calendario?
-No nos ha sido muy bueno. Jugamos contra el Granada, que para mí y mucha gente es favorito, y luego jugamos dos partidos fuera. Puede ser complicado si no encaramos bien el inicio.

-¿Le gusta que haya play off?

-No mucho. Me gustaría ser primero o segundo, no dejar al Betis para el play off porque eso sería cardíaco.

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