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Moreno dice que "hay margen" para el ajuste sin tocar servicios

Aún no aclara qué áreas se resentirán con esta rebaja «imprescindible».

el 11 may 2010 / 20:10 h.

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La consejera de Presidencia y portavoz, Mar Moreno, junto al consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica.

La Junta aún no desvela sus cartas sobre por dónde ajustará sus cuentas. Sigue de cerca cada paso del Gobierno central, cada palabra de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, anunciando que las comunidades deberán cargar con el ajuste para salir de la crisis, que quiere el Gobierno que cristalice en una reducción de medio punto más del déficit público en este año y otro más en 2011. Sin embargo, poco se sabe de cómo actuará el gabinete del presidente, José Antonio Griñán, cuando toque dar el paso.


La consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Mar Moreno, se limitó ayer a defender por "imprescindible" la política de congelación presupuestaria que aplicará en los dos próximos ejercicios y que completará el esfuerzo que pide el Estado, un ajuste que "no será abrupto", garantizó, y que se justifica en el hecho de que los indicadores de la comunidad "demuestran que pasamos de los números rojos a los verdes". Según el Consejo de Gobierno, la economía andaluza viene registrando en los últimos meses un "cambio de tendencia y datos alentadores", después de dos años de indicadores negativos. Poco más o menos que lo apuntado un día antes por el consejero de Economía, Antonio Ávila, que ve el escenario actual "con garantías de solvencia".


"Hemos pasado del binomio de la crisis y el déficit público al de la contención del gasto y recuperación", abundó Moreno, tras insistir en que, según los "indicadores positivos" que maneja la Junta evidencian que se deja "atrás" la recesión económica. Esa nueva dinámica se suma a la "mejora" en el mercado laboral y el crecimiento de las afiliaciones a la Seguridad Social y el "ascenso sostenido" de la confianza de los consumidores.

Por ello, el Gobierno defiende con "toda prudencia y confianza" que la economía andaluza vive el "final" de la crisis y está en la "rampa de salida" de la solución. En ese escenario, Moreno justificó la política de ajuste presupuestario, "necesaria" para la recuperación.
Hecha la defensa del tijeretazo, lo que no dijo es por dónde vendrán esos ajustes; la consejera sólo insistió en que "hay margen" para gastar mejor y optimizar el gasto corriente sin afectar a la prestación de servicios, así como en la reestructuración del sector público. La prioridad del Ejecutivo -insistió- serán las políticas de estímulo económico previstas en el VII Acuerdo de Concertación Social y en el programa Andalucía Sostenible, al igual que las políticas sociales, aunque la Junta insistirá en recurrir a la colaboración público-privada para mantener las inversiones más importantes, como única vía viable.

"No estamos ante un ajuste abrupto sino ante una senda de estabilidad que tiene un horizonte de varios años para acompasar el crecimiento de la economía con los criterios de ajuste", precisó.


Siguiendo la línea marcada por Ávila, Moreno insistió en que los matices y las concreciones vendrán en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que el Gobierno debe reunirse con las autonomías y explicarles qué pide a cada región. Sentados a esa mesa será el momento de que el resto de comunidades hagan un esfuerzo "serio y responsable" en las medidas de estabilidad, asumiendo que otros territorios -léase Andalucía- llevan tiempo tratando de amortiguar la crisis. No obstante, el tono de Moreno dista notablemente de la firmeza mostrada hace sólo unas semanas por el presidente Griñán, quien dijo a las claras que su equipo había hecho los deberes y que son otras las regiones que ahora deben ajustarse el cinturón.


IU reclamó a la Junta que no se ofrezca "como conejillo de indias" de cara al recorte y que le exija antes el Estado que rebaje el gasto militar, las subvenciones a la Iglesia o las ayudas a la educación concertada. UGT y CCOO le insistieron en que ni la protección social ni las inversiones productivas se vean afectadas y que se revise el sistema impositivo para que el esfuerzo recaiga "sobre los que más tienen".

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