Nadal, durante su encuentro con Wawrinka en el torneo de exhibición de Abu Dabi. Foto: EFE.
Rafael Nadal recuperó sus mejores sensaciones con una victoria por 7-6 y 6-3 contra el suizo Stanislas Wawrinka, que no pudo contrarrestar la mejor versión del tenista de español un día después de caer derrotado ante el británico Andy Murray.
El tenista de Manacor necesitaba una victoria balsámica para recuperar moral de cara a la cita australiana. El jugador helvético era un rival potente para medir sus fuerzas y Nadal no defraudó. Presentó batalla como acostumbraba en sus mejores momentos. Nadal, al contrario que la jornada anterior, demostró haber perdido el miedo a pegarle fuerte a la pelota y fue muchísimo más sólido en sus golpes.
Pese a que sufrió en el primer set, se mantuvo firme mentalmente para llevarse una manga que acabó en el tie break, en el que Nadal arrasó con un contundente 7-1 con el que cogió fuerzas para el siguiente acto del partido. Lo comenzó fuerte, con un parcial de 2-0 rompiendo el saque a Wawrinka a la primera. Sin embargo, después de ese inicio de set arrollador, el tenista español dio muestras de flaqueza por primera vez en el encuentro tras perder dos juegos consecutivos que volvieron a igualar el marcador.
Nadal enseñó sus mejores golpes. Subió a la red con contundencia, se permitió el lujo de hacer buenas dejadas y se mostró inflexible con Wawrinka. Al final, su victoria anuló su abultada derrota ante Murray.