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No hay dinero ni para la sombra

Los toldos del Centro no se van a instalar hasta que no se apruebe el presupuesto. Los comerciantes y los vecinos critican el daño que el retraso provoca al Casco Histórico.

el 25 may 2010 / 20:17 h.

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Para poder ver esta imagen habrá que esperar a que se aprueben los presupuestos.

Se ha convertido en una estampa habitual que, con la llegada del buen tiempo, las calles del Centro se cubran con toldos para evitar que el transeúnte se derrita con el sol que suele castigar a Sevilla. Sin embargo, este año vamos a tener que aguantar el calor y buscar sombras alternativas porque la Gerencia de Urbanismo no puede instalarlos hasta que no se apruebe el presupuesto municipal de 2010.

Según confirmaron fuentes de la Gerencia, la partida presupuestaria necesaria para el montaje de este sistema está recogida en las cuentas de 2010, que a estas alturas aún no están refrendadas por el Pleno que prevé hacerlo la próxima semana. Lo malo es que por mucho que corran, la festividad del Corpus habrá que disfrutarla con un poco más de calor de lo habitual, ya que se celebra el próximo jueves 3 de junio.

Normalmente, la colocación de los toldos suele iniciarse en abril o primeros de mayo, pero a estas alturas, los únicos que se han instalado son los del Ayuntamiento. Este sencillo sistema para luchar contra el fuerte calor de la ciudad lleva ya casi 20 años instalándose. El Consistorio y una importante marca de refrescos asumen su costo, que supera los 300.000 euros, a partes iguales. Una colaboración que comenzó en 1992 con la firma de un contrato entre ambas partes que fue renovado en 2005.

La noticia no ha sentado nada bien entre los comerciantes del Casco Antiguo, quienes aseguran que esto va a afectar a muchos de ellos, "especialmente a los que trabajan con productos perecederos, como las floristerías", aseguró el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro de Sevilla, Enrique Arias. Según explicó, el Ayuntamiento "no nos ha informado de por qué no están montados aún los toldos", pese a que ellos son uno de los sectores más afectados por el retraso.

"Sería una pena que un sistema que comenzó a instalarse por primera vez en Sevilla y que luego han copiado ciudades como Córdoba y Toledo acabe por no montarse aquí", señaló. Arias recordó que el Ayuntamiento "suele instalarlos 15 días antes del Corpus" y lamentó que "haya altos cargos cobrando un dineral y que no haya para esto, pues nos subimos por las paredes". "Si nos hubieran avisado seguro que algunos comerciantes hubieran adoptado sus propias medidas porque para algunos de ellos es muy necesario", criticó.

La presidenta de la asociación de vecinos Estación de Córdoba, Dolores Dávila, también lamentó que los toldos aún no estén instalados. "Parece que quieren destruir el Centro, pues si ya va poca gente por las dificultades de acceso, ahora con el calor, menos gente va a ir", explicó.

Y es que la imagen de la calle Sierpes y las aledañas bajo un cielo de toldos se ha convertido en una estampa clásica de la ciudad durante los meses de verano. Hasta tal punto que varias páginas en internet sobre turismo hacen alusión a ellos cuando hablan de Sierpes. "Los toldos que se ven en la panorámica se colocan debido a que durante el verano sin ellos casi sería imposible caminar por las calles del centro de Sevilla", recoge la web www.andaluciaenruta.com. "Otra característica peculiar son los toldos que se colocan en ella cuando empieza a apretar el calor, que en Sevilla es mucho, y que sirven para dar un poco de sombra y refresco a todos aquellos que pasean por allí", recuerdan en www.trivago.com.

Estos son sólo algunos ejemplos de los comentarios que en la red se pueden encontrar sobre este sistema para aliviar el sofocante calor de la ciudad cuando llega el verano. Compradores, turistas, residentes y cualquiera que tenga que ir a esa zona por trabajo o por alguna obligación ve aliviado su paseo por estas calles estrechas en las que se impide que el sol penetre con estos toldos. Hasta que llegue el dinero, habrá que tirar de abanicos o de una gorra para cubrir la cabeza.

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