Manolo Olmedo se convirtió ayer en campeón de España de 1.500 logrando un singular doblete en su palmarés, puesto que en dos ocasiones ya había sido campeón de España de 800, la que había sido su gran especialidad hasta esta temporada. Simultanear ambas carreras ha sido algo habitual para los mediofondistas a lo largo de los tiempos, aunque de un tiempo a esta parte esa duplicidad llega, sobre todo, hasta edad júnior. De hecho, el loreño Kevin López, que ayer se proclamó campeón de España de 800 es vigente campeón de Europa júnior de 1.500, en teoría, su prueba buena (o mejor). Luis Alberto Marco, ayer segundo, y que defendía el título de la doble vuelta a la pista también ha sido campeón de España júnior de 1.500. Pero en categoría absoluta, el hecho de que un mediofondista con título de 800 gane después el de 1.500 o viceversa no ocurría desde 1987, cuando lo consiguió Andrés Vera, que en el 83 subió a lo más alto del podio en 800. Poco antes lo había conseguido Colomán Trabado. Para encontrar un atleta que en el mismo campeonato de España lograra los títulos de 800 y 1.500 hay que remontarse a los años 60, concretamente a 1963, cuando lo lograba Tomás Barris, que además hizo otros tres dobletes en esos años.
Olmedo dijo que al Europeo de Barcelona "deberían ir los tres primeros del campeonato de España" y en tono conciliador remarcó que "deberían confiar en mí". "Cualquiera de los siete que estábamos aquí lo haría bien en el Europeo. La selección es cosa del presidente. Yo he mostrado mis cartas. Durante toda la temporada he estado a un nivel que ni yo mismo me esperaba. Sólo me ha faltado una gran marca".
