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Otra sesión de control a Rajoy

La alianza de la izquierda, que aísla a los populares en la oposición, abre una etapa política en la que el Parlamento soslaya el debate andaluz y sitúa al presidente popular en el centro de la diana.

el 28 jun 2012 / 19:49 h.

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José Antonio Griñán y el popular Carlos Rojas.

"Corresponde también al Parlamento ejercer un control continuado sobre la acción del Gobierno", explica la web del Parlamento de Andalucía . Una función de control que se lleva a cabo a través de preguntas al Consejo de Gobierno, peticiones de comparecencia e interpelaciones. Y un mecanismo que ayer quedó claro que va a estar muy descafeinado en esta etapa política en Andalucía. Ayer el Parlamento hizo sesión de control, sí, pero a Mariano Rajoy y no a José Antonio Griñán.

La alianza de PSOE e IU convierte al PP en una voz aislada. Y el orden de los turnos, de menor a mayor (IU, PSOE y PP), enfatiza aún más esa sensación de que es el portavoz popular, Carlos Rojas, quien tiene que dar explicaciones sobre las políticas del Gobierno central, en lugar de que sea el Ejecutivo de Griñán el que rinda cuentas. Es otro efecto de ese milagro de la aritmética parlamentaria, como explicó en su día gráficamente Diego Valderas. Los que gobiernan exigen explicaciones a la oposición por su Gobierno en Madrid.

El bajo pulso del PP, que busca aún un líder tras la espantada de Javier Arenas (ayer ausente en el hemiciclo), tampoco ayuda. Por más que el portavoz Carlos Rojas quiera afianzarse en su registro de voz moderada y serena, su papel va a ser muy complicado.

Los discursos del portavoz de IU, José Antonio Castro, y del PSOE, Mario Jiménez, fueron agotadores. Largos y cargados de invectivas contra los recortes de Rajoy. Griñán solo tuvo que darles la razón e introducir sus mensajes de oposición al Gobierno. Retórica política de la confrontación.

Pasó pocos apuros el presidente a pesar de que hacía solo horas que el Parlamento andaluz había aprobado un recorte al Presupuesto de 2.700 millones de euros que ha puesto en pie de guerra, por la rebaja en sus nóminas, a más de 250.000 empleados públicos. Un plan de ajustes que ha aflorado, a las primeras de cambio, la crisis interna que se vive en IU, donde un sector crítico con Valderas rechaza frontalmente apoyar esas medidas. Dos votos en contra de los 12 de IU dejaron constancia. Una carta unos días atrás del líder regional Diego Valderas advirtiendo de que o se aprobaban los recortes o se rompía el pacto de Gobierno, dejaron claro la gravedad de la sacudida política.

Intentó el PP señalar esas contradicciones pero tuvo poco éxito. Los que ostentan el poder le recordaron que la mayor contradicción se da en las filas populares, donde rechazan por excesivos unos recortes en Andalucía auspiciados por el Ejecutivo central.

Así discurrió el acto central del Parlamento, con un añadido inevitable: todos los partidos están enrededados en cuitas internas. PP y PSOE hervían en especulaciones sobre quién va a ser el próximo número dos de cada partido . IU practicaba la guerra fría con Sánchez Gordillo y trataba de curar la herida interna.

Castro (IU) reprochó al PP su "hipocresía" y "demagogia" y se preguntó cómo pudieron votar en contra de los ajustes "sin ruborizarse". Al presidente se dirigió para exigirle que el Presupuesto de Andalucía para 2013 -el siguiente examen que deberá resistir la coalición- "salga de ese corsé suicida del déficit". Griñán replicó que harán oposición pero "siempre cumpliendo la ley" y por la vía de los recursos.

El socialista Mario Jiménez se refirió a Arenas como "el ausente" y dijo, en alusión a sus contradicciones con los recortes, que "o no está bien de la cabeza o le falta un tornillo". El popular Rojas reclamó al presidente andaluz que "se quite los guantes, se baje del ring y se ponga el mono de faena para trabajar por Andalucía". "¿Ha pensado en ponerse un recurso contra sí mismo?", le preguntó. Su salida fue recurrir a la herencia de Zapatero y le regaló un argumento a Griñán: "Después de apoyar todo su alegato en Zapatero nos dice que no podemos hablar del Gobierno de España. Esa es la coherencia de su grupo". El socialista acusó al PP de tener "vergüenza de defender lo que hace su Gobierno".

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