El arte es cuestión de gustos e interpretaciones, y también de puntos de vista. Uno de ellos es afirmar que 120.000 euros por un cuadro «es un precio muy barato, una gran ocasión». Claro que la pintura en cuestión es de Bartolomé Esteban Murillo, un San Buenaventura en concreto, y el que suscribe lo dicho anteriormente es José Muñoz, director de la casa de subastas Isbilya, que es la que el próximo 21 somete a la puja de los interesados una obra que sale con ese precio de partida pero que confía en cerrar por encima de dicha cantidad. «Sobre eso nunca hay un cálculo, porque si por ejemplo se pican varios clientes
».
El 'San Buenaventura' es la estrella de una subasta que se celebrará 21 y 22 de enero. / José Luis Montero
Esta es la segunda subasta que gestiona Isbilya, que abrió en septiembre y a mediados de octubre celebró su primer gran evento. Si entonces la pieza estrella fue un San Jerónimo de José de Ribera, que se adjudicó por su precio de partida de 50.000 euros, en esta ocasión las miras están puestas en este San Buenaventura procedente de una colección particular de Madrid. La obra, de 92,2 x 68 centímetros, fue ejecutada hacia 1650 y formaba pareja con un Santo Tomás de Aquino propiedad de otro particular, en este caso de Barcelona.
«El precio reitera Muñoz es bastante bueno, aunque va a crecer», y es que insiste en que una pieza de este calibre no asoma todos los días, como demuestra que hay quien se ha interesado por ella hasta desde fuera de España, «Sevilla es un buen mercado pero en este caso todo va más allá». Lo de buen mercado va porque «en Sevilla hay cultura de las antigüedades y el arte», de ahí su certeza en que hay nicho para este negocio por mucha crisis que se siga arrastrando. La sede de la empresa, en el número 3 de la calle Jesús de las Tres Caídas, es buena muestra de ello, «con mucha gente que viene a ver, que se entera de las piezas que sacamos, que las valora, que pregunta
».
La Cabeza de San Jerónimo de Torrigiano. / José Luis Montero
Aunque el San Buenaventura es la estrella, no es lo único por lo que se podrá pujar en una subasta que se desarrollará durante dos jornadas (los días 21 y 22) y en la que en total se sacarán 881 lotes, sobre todo de pintura (antigua, del XIX y contemporánea) y de artes decorativas, aunque no se queda atrás la escultura. Aquí hay que encajar la otra gran protagonista, una Cabeza de San Jerónimo en terracota policromada de Pietro Torrigiano, el mismo del San Jerónimo del museo de Bellas Artes, con el que guarda un cierto aire. En este caso, el precio de salida es de 30.000 euros.
Aunque estas cifras no están desde luego al alcance de cualquiera, Muñoz subraya que no hay que asustarse porque habrá lotes que puede costearse el bolsillo medio. Así, se subastarán piezas en cristal de opalina por 20 euros, parejas de candelabros por 50 y hay grabados desde 150, que desde luego no llevarán la firma de Picasso ni será una litografía de Chagall o de Henri Matisse (a partir de 600 euros), pero quién sabe, igual se encuentra uno con una oportunidad inesperada...
