El Ejército de Pakistán aseguró ayer que ha recuperado el control de la principal población del valle de Swat en su ofensiva contra los talibanes en el norte del país, donde 25 insurgentes y un soldado perdieron la vida en las últimas horas.
En una rueda de prensa televisada, el portavoz militar, Athar Abas, dijo que las fuerzas de seguridad "han tomado completo control de Mingora", una semana después de que las tropas lanzaran una operación para recuperar la zona. Abas explicó que en estos momentos sólo quedan algunos focos de resistencia insurgente en las afueras de la ciudad.
En opinión de los analistas, retomar el control de Mingora -ciudad en la que viven unas 300.000 personas, la mayoría de las cuales han huido a lugares más seguros- era clave en la operación contra los talibanes paquistaníes.
El portavoz explicó que gran parte de las infraestructuras de la localidad han sido destruidas durante los combates y agregó que varios equipos médicos e ingenieros se han trasladado a la zona para atender a la población y restablecer el suministro de gas, electricidad y agua, que han resultado afectados.
También dijo que las fuerzas de seguridad no hubieran podido recuperar el control de Mingora sin la colaboración de los ciudadanos, que han contribuido a la identificación de varios integristas. La mayor parte de la cúpula talibán del valle de Swat continúa todavía en paradero desconocido por lo que el Gobierno de la provincia de la Frontera del Noroeste, a la que pertenece Swat, ha anunciado que entregará recompensas a aquellos que aporten información que permita encontrar a los extremistas.
Las autoridades regionales ofrecen 50 millones de rupias (unos 600.000 dólares) por el líder máximo de los insurgentes en Swat, el mulá Fazlullah, y hasta 10 millones de rupias (125.000 dólares) por una veintena de cabecillas rebeldes.