El cantaor linense Pansequito recogió la noche del jueves el XXIV Compás del Cante, de Cruzcampo, en una lujosa gala en los jardines del Palacio de los Córdova. Este prestigioso galardón ha distinguido en sus años de vida a artistas de la talla de Antonio Gades, Carmen Linares, Milagros Mengíbar, Merche Esmeralda, Fosforito, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar o La Paquera de Jerez, entre muchos otros.
Era la primera vez que el prestigioso galardón se entregaba fuera de Sevilla y Cruzcampo puso toda la carne en el asador y su mejor cerveza en los tiradores. Los jardines del Palacio de los Córdova, con la Alhambra arriba iluminada y desafiando al cielo, se llenó de invitados de toda Andalucía, desde el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, hasta la maestra del baile Mariquilla y el guitarrista Paco Cortés.
Tras una opulenta cena y los hermosos discursos de Emilio Jiménez Díaz, coordinador de la distinción, Julio Cuesta, director de la Fundación Cruzcampo, Richard Weissend, presidente de Heineken España, y José Torres Hurtado, alcalde de Granada, se procedió a la entrega de galardones, comenzándose por la mención especial del jurado a la Bienal de Flamenco de Sevilla por sus treinta años de historia, galardón que recogió Paz Sánchez Zapata, directora general de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, quien agradeció el reconocimiento y destacó la labor del magno festival sevillano en pro del flamenco.
El cantaor José Cortés Jiménez, Pansequito, salió emocionado al escenario y, con su espontaneidad característica, dijo, al recordar a los grandes artistas que ya tienen la distinción, “pero ésta es la mía...”, lo que provocó las carcajadas de los numerosos invitados. Dijo que sus antepasados eran granadinos, y destacó a los grandes artistas de Granada, presentes algunos de ellos, como el bailaor Manolete o la maestra Mariquilla.
Artistas locales como el cantaor Jaime El Parrón –padre de Marina Heredia–, la bailaora Tatiana Garrido, Juan Andrés Maya y la propia Mariquilla, actuaron en honor del homenajeado, quien también quiso cantar y lo hizo con unas soberbias cantiñas gaditanas de su propia escuela acompañado muy bien por el guitarrista Niño de la Leo.
Con el duende ya revoloteando por la Alhambra, salieron al escenario la cantaora Aurora Vargas, esposa de Pansequito, y la maestra del baile sevillano Matilde Coral. La que se formó en el bello escenario es difícil de contar.
