Local

Paseando a Mister Toby

Sacar al perro de paseo se está convirtiendo en un trabajo. Importado de EEUU y Argentina, en Sevilla proliferan este tipo de servicios.

el 22 may 2010 / 20:32 h.

TAGS:

En tiempo de crisis... ...los paseantes de perros se multiplican. Asegúrese de contratar a uno que le merezca la máxima confianza.

Tener un perro implica, indefectiblemente, sacarlo de paseo una media de tres veces al día. Si en cada excursión invierte una media de 20 minutos tendrá un saldo de una hora diaria. Si un día no puede tiene un problema, pero si mañana pilla la gripe y salir de la cama se torna una peligrosa odisea o su jefe decide concentrar su jornada laboral, entonces usted, y más aún su can, están en apuros.

En países como Estados Unidos y Argentina hace muchos años que los paseadores de perros forman parte de la topografía general de las calles. Aquí en cambio el negocio es incipiente. "Tengo la esperanza de que algún día se reconozca en España esta profesión, que el paseante tenga sus obligaciones y sus derechos". Así lo afirma Manuel Medina, responsable de la web Paseadordeperros.com un espacio digital que cuantifica más de 3.000 visitas al mes y en el que cada día se producen una media de diez contactos entre cliente y paseador.

"La gente compra o adopta un animal y luego vienen los problemas. Los paseantes de perros ayudan mucho a reducir el índice de abandono de mascotas", asegura. Tal es el éxito de la propuesta que en ciudades como Madrid y Barcelona ya existen empresas que se dedican de manera temática a ello.

Por cuestiones de trabajo, por unas vacaciones o por un ataque de ciática estos trabajadores "y siempre amantes de los animales" pueden prestarle un cable.

Invirtiendo entre 5 y 12 euros es posible acceder a este tipo de servicios aunque en la mayoría de los casos la lista de opciones no queda únicamente en un paseo por el parque más cercano: "Hay quienes ofrecen servicio de adiestramiento o que también obligan al animal a hacer ejercicio corriendo junto a ellos (en inglés, dogrunners). Luego están los cuidadores de pájaros, hurones o gatos, animales que sufren mucha ansiedad cuando se les saca del hogar donde viven", explica Manuel Medina.

Por ahora, en una ciudad como Sevilla, con cerca de una veintena de paseadores registrados en la web, el negocio no ha hecho más que levantar vuelo. El principal problema al que tienen que hacer frente los aspirantes es la desconfianza que genera al dueño que un desconocido se lleve de paseo a Toby.

"Generalmente funciona el boca a boca porque efectivamente a nadie le gusta dejar a su perro con el primero que se ofrece", cuenta. Otra cosa es la pericia del paseante. Por el momento despídase de contemplar esa escena tan neoyorkina del paseante con una docena de cuadrúpedos a su alrededor. A lo más tres o cuatro.

"El perro se sociabiliza con los demás cuando sale a la calle acompañado por otros congéneres", defiende Medina. Aunque eso sí, con un matiz. O casi todos dobermans o casi todos caniches. De lo contrario puede suceder una hecatombe perruna.

Es posible que nadie se haga rico con esta profesión pero tampoco conviene menospreciar sus posibilidades. Ana es cordobesa pero vive en el madrileño barrio de Atocha y decidió, hace dos años, abandonar su puesto de trabajo como administrativa para pasear perros: "No podía estar mucho tiempo sentada porque padezco de problemas en la espalda y decidí probar suerte con esto". ¿Resultado? Una cartera de clientes generosa con lista de espera, ocho horas laborales entre peludos, árboles y jardines y unas cervicales renovadas. En su oficina los compañeros de Ana ya hace tiempo que no la esperan.

  • 1