Borja Lasso y Cotán persiguen a un rival en el envite de ayer. Foto: El Periódico de Extremadura. Un auténtico mazazo. El Sevilla Atlético cayó goleado en Cáceres ante un rival directo en la pugna por conseguir la permanencia. Los hombres de Diego Martínez firmaron un partido más que discreto ante un oponente que salió muy enchufado y que siempre tuvo el control de la situación. Los anfitriones se sintieron cómodos sobre el verde y, con su característico manual de juego directo y lucha, superaron a un filial desconocido. Los locales avisaron pronto con un tiro de Elías Pérez en el 11 que salió desviado. A renglón seguido, Salva conectó un testarazo en el punto de penalti que no sorprendió a David Soria por centímetros. Pero el Sevilla Atlético tiene jugadores determinantes. Corría el minuto 18 cuando Borja Lasso metió un pase de cine al hueco para que Juan Muñoz se marchase en velocidad de su par y fallase en el mano a mano ante el exsevillista Vargas. El Sevilla Atlético no terminaba de cogerle el pulso a un partido en el que se notó, y mucho, la ausencia de Carlos Fernández, lesionado. Antes de llegar al intermedio, Elías Pérez y Martins pudieron marcar, pero se toparon con David Soria. Después de que la expedición visitante reclamara un posible penalti de Palero sobre Curro y de que Mode perdonara el 0-1 a bocajarro, el Cacereño anotó el primero de la mañana gracias a un trallazo de Elías Molina con la pierna zurda y desde fuera del área ante el que nada pudo hacer David Soria. Con los ayer rojillos tocados, Aarón y Martins perdonaron el 2-0 cuando lo tenían todo a favor. Nada más comenzar la segunda parte, Piojo probó fortuna con un derechazo que salió desviado. Los sevillistas fueron mejorando con el paso de los minutos y, en el 60, Borja Lasso estuvo cerca del 1-1, pero su chut desviado salió fuera por poco. La cosa se puso muy fea en el 68. Luismi forcejeó con Carlos Valverde en el interior del área y el delantero verderón cayó al suelo como si le hubiese caído un rayo. El colegiado, a un palmo de la jugada, señaló penalti. Fue el propio Carlos Valverde el encargado de materializar el segundo de la mañana. El filial quedó a merced de su rival desde entonces, aunque, pese al dominio cacereño, pudo hacer el 2-1 en un tiro de Juanje que salió fuera por poco. El filial no daba señales de vida y, en el minuto 73, Luismi cometió un fallo garrafal en un despeje que regaló y que fue a parar a los pies de Piojo, que no perdonó a David Soria, totalmente vendido. En los compases finales, Kofi sacó a relucir su rapidez en varias internadas que pudieron significar el 4-0, pero se mostró errático en última instancia. Ya en el tiempo extra, Borja Lasso vio una amarilla que le impedirá estar en el próximo envite ante el Arroyo.