Local

Policías con cuatro patas en Arahal

El municipio ha creado un grupo con perros detectores de estupefacientes que se puso en marcha a principios de año y que cuenta con dos agentes adiestradores y cuatro animales

el 21 oct 2013 / 20:55 h.

TAGS:

15260529Desde hace años, la obsesión del jefe de la Policía Local de Arahal es la lucha contra la droga. Fruto de ello inició la Unidad de Servicios Especiales, a la que hace sólo unos meses se unía la Unidad Canina, compuesta por dos agentes, Antonio Brenes y Mario Sánchez Ruíz, y cuatro perros de aguas. Leo, Lobo, Lula y Macaco son los canes que patrullan la localidad. La idea de esta unidad tan especial se producía “por la gran cantidad de droga que hay en Arahal, tanto en grandes acontecimientos como en colegios e institutos, y los lugares tan recónditos donde se guarda”, según Brenes, que además de miembro de la unidad es el jefe de la Policía Local. Necesitaban una herramienta para encontrar sustancias escondidas, ya que por ejemplo no pueden cachear a mujeres porque ningún policía es fémina. Aunque la unidad lleva funcionando desde principios de año, no ha sido hasta hace un mes cuando se han iniciado sus actividades completas, ya que antes han estado creando un vínculo entre el primer animal que entró en la unidad, Leo, y su agente cuidador. Meses más tarde llegaba Lobo, que ha pasado las pruebas para poder ser entrenado con su cuidador al fin de rastrear diferentes sustancias. Los últimos en unirse a estas filas han sido Lula y Macaco, un cachorro juguetón que se ha ganado el cariño de toda la comisaría. Más allá de cursos oficiales, estos perros son entrenados a diario en las pistas que la Policía ha creado en el patio de la comisaría. Allí han fabricado un circuito con andamios y tuberías, al fin de asemejar lo máximo posible un recorrido profesional, y disponen de dos vehículos donde esconder diferentes sustancias para su entrenamiento. Es tal la obsesión y la dedicación de los dos policías que Leo es capaz de detectar hasta cuatros sustancias diferentes, cuando un perro normal solo puede reconocer dos. A pesar del poco tiempo, las labores de rastreo están dando los frutos esperados. Quizás la acción más significativa fue hace un mes, cuando Leo encontró droga en el techo de un vehículo, algo poco accesible para los agentes. Más allá de estos resultados, la Policía pretende que los animales hagan una labor disuasoria y de prevención. De hecho, según Brenes, “desde que tenemos a los animales observamos menos droga porque saben que vamos con el perro y que podemos encontrar lo que tengan y donde lo tengan”. Ahora su reto es convertirse en guía canino con los dos animales que en breve van a enseñar. Su objetivo es ampliar la unidad con un perro de intervención que sería de otra raza, como pastor alemán o rottweiler, y “que vendría muy bien para grandes aglomeraciones o problemas en recintos cerrados”. En todo caso, al igual que con los perros actuales, pretenden que sus labores sean solo preventivas.

  • 1