En los próximos 15 días de campaña, hasta las elecciones del 22 de marzo, Susana Díaz va a estar poniéndose y quitándose, indistintamente, la chaqueta institucional de presidenta de la Junta y la chaqueta de candidata del PSOE-A a la Presidencia de la Junta. Del verde al rojo, del rojo al verde. Díaz tendrá actos institucionales todos los días hasta el 22M, los cuales piensa alternar o compaginar con sus mítines de campaña. Será presidenta de día y candidata de noche, o viceversa.
¿Es posible caminar sobre esa delgada línea roja que separa lo institucional de lo orgánico sin mezclar el interés común con el interés partidista?
Susana Díaz empezó su carrera electoral la noche del jueves con un acto en Almería, rodeada de militantes y banderas socialistas, y desde el atril empalmó un discurso de promesas con un anuncio de Gobierno: «¿Recordáis qué os dije sobre la rehabilitación de viviendas? Pues no voy a esperar al 22 de marzo, el martes se va a aprobar en el Consejo de Gobierno de la Junta los planes para la rehabilitación de la vivienda que están esperando en Andalucía, entre ellas la de El Puche, la de aquí de Almería. Porque no prometemos, es que lo estamos haciendo ya», gritó. Los militantes aplaudieron a rabiar.
Al día siguiente (ayer), Díaz regresó a Sevilla para participar, como presidenta, en la inauguración de la II Feria de dulces de Cuaresma en el Patio de la Diputación [12.00 horas], y más tarde, acudió, como presidenta, a la entrega de los premios Meridiana 2015, que reconocen la lucha por la igualdad [13.00 horas]. Antes del acto, los periodistas le preguntaron por la encuesta del CIS, que prevé una fragmentación del Parlamento difícil de gobernar. «Tengo ilusión y fuerza para lograr un gobierno estable y fuerte», dijo la candidata.
También le preguntaron por el expediente disciplinario de la Universidad de Málaga que propone inhabilitar a Íñigo Errejón, número dos de Podemos, por incumplir su contrato de investigador en un proyecto subvencionado por la Junta. Esta vez, fue la presidenta quien respondió que su Gobierno comprobará si los fondos del proyecto se han gastado correctamente, y en caso contrario actuará como «se hace con cualquier persona», informa Efe. Podemos amenaza con irrumpir con fuerza en el Parlamento, poniendo en riesgo el depósito de votos del PSOE por la izquierda. La Universidad de Málaga, cuya financiación depende de la Junta, anunció el expediente disciplinario contra Errejón ayer, coincidiendo con el primer día de campaña, y con el primer mitin que el número dos de Podemos ofreció en Sevilla junto a la candidata andaluza, Teresa Rodríguez.
Luego Díaz intervino en la entrega de premios Meridiana, que se enmarcan dentro de las actividades para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En su discurso, dijo: «La igualdad es el camino, y se han dado muchos pasos atrás en estos siete años de crisis y sobre todo en los últimos tres años».
Por la tarde, Susana Díaz volvió a vestirse la chaqueta de candidata y participó en un acto sectorial del PSOE en el pabellón de la Navegación, al que acudieron más de 500 simpatizantes. Y hoy viajará a Córdoba para asistir a la entrega de los Premios Campoamor, como candidata.
Diferenciar dónde empieza un Gobierno y termina el partido que gobierna es una obligación que ningún mandatario se toma a la ligera. Y no es baladí: la presidenta de la Junta representa a todos los andaluces (ocho millones), y la secretaria general del PSOE-A a los socialistas andaluces (45.700). La campaña de Díaz va estar llena de saltos entre lo institucional y lo orgánico, pero enfrente tiene a todo el Gobierno de Mariano Rajoy empotrado en Andalucía, tratando de sacar del anonimato al candidato del PP-A, Juan Manuel Moreno. Sólo hoy, la vicepresidenta y cuatro ministros estarán en Sevilla, como miembros del PP, para apoyar a Moreno. Rajoy estuvo ayer en Jerez, y volverá otras cuatro veces antes del 22M. Díaz le reprocha que use su papel de presidente para ejercer de «líder de la oposición» a la Junta.
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, y el candidato a la presidencia de la Junta, Juan Manuel Moreno (i). / EFE
El PSOE, consciente de que ahora el nombre de Susana se superpone al de su marca de partido, ha diseñado una campaña muy personalista. El hashtag que le acompaña en todos los mítines es #yoconSusana. Díaz ha buscado una campaña estrictamente andaluza, sin interferencias de debates nacionales ni de intereses electorales a largo plazo (las autonómicas son en mayo y las generales en noviembre). Por eso ha mantenido a raya a todos los barones del PSOE que querían aparecer con ella en campaña, incluido el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Moreno Bonilla dijo ayer que a Díaz le da «envidia» que Rajoy venga a apoyarle, porque ella está «sola».
