Cofradías

Protegidos por la Esperanza

Por cuarto año, la Policía Local volverá a escoltar a su Patrona, la Virgen trinitaria.

el 05 abr 2012 / 20:32 h.

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Si el tiempo lo permite la Virgen de la Esperanza volverá a recorrer mañana las calles de Sevilla escoltada por la Policía Local. Será el cuarto año que la Patrona de los agentes municipales haga su estación de penitencia desde el Santuario de María Auxiliadora hasta la Catedral acompañada por una nutrida representación de policías locales con su indumentaria de gala y semigala. Todo un orgullo para la hermandad de la Trinidad, al ser la única de la capital hispalense que procesiona acompañada por la Policía Local y no por la Guardia Civil, como es habitual.

David Guzmán es uno de esos "orgullosos" agentes que acompañarán a su Patrona en la estación de penitencia. Lo hará esta Semana Santa como lo viene haciendo los últimos tres años, desde el primer año que la Policía Local escolta a la Esperanza tras el decreto de Patronazgo dictado por el cardenal Amigo Vallejo en 2007. "Tiene el mismo rango religioso que el decreto de la Coronación", recuerda el hermano mayor, Félix Lerma, mientras muestra cómo ambos están expuestos en el pasillo que lleva hasta su despacho.

Guzmán forma parte de la Asociación Centro Cultural de la Policía Local, que desde el año 2008 organiza el séquito que acompaña a la Virgen trinitaria. La entidad trabaja mano a mano con la hermandad, cuyo hermano mayor, curiosamente, es "funcionario de la Policía Local en excedencia", de ahí que, y por otros muchos motivos, Lerma sienta "auténtico orgullo" de que la Esperanza, su Esperanza, sea la patrona del cuerpo municipal.

Precisamente por esta vinculación con la Policía, la hermandad fue consciente de que "no había una línea espiritual en el cuerpo", por lo que rápidamente se comenzó a fraguar la idea de que contara con una patrona. La asociación cultural acogió con cariño esta posibilidad, que también contó con el respaldo de los sindicatos, de los mando policiales y de la edil entonces responsable de la Policía Local, Nieves Hernández. Se iniciaron los trámites en Palacio, que poco después dio su aprobación en forma de decreto que establecía este patronazgo. "Es un orgullo para nosotros tapar un agujero que existía en la ciudad", afirma el hermano mayor, para quien también es una forma de reconocer el trabajo de uno de los cuerpos "que más se esfuerzan para que la Semana Santa transcurra sin incidencias".

El decreto llegaba antes de que terminara el año 2007 y la siguiente Semana Santa la Virgen de la Esperanza se paseaba por las calles de Sevilla con una escolta de lujo. "Salgo desde el principio y lo haré mientas pueda", afirma Guzmán que, aunque no es hermano, siente como si lo fuera. Eso sí, su sentimiento cofrade no viene de ahora, pues es hermano de la Esperanza de Triana y de la Estrella desde hace 35 años, "y tengo 40 años". Sus padres le hicieron hermano a los cinco años y ha acompañado a ambas hasta hace muy poco. Este año, en cambio, ha optado por inculcar a su hijo la devoción, acompañándole en su primer año de salida con la hermandad de La Sed, que afortunadamente pudo realizar su estación de penitencia tras un inicio de Semana Santa frustrado por la lluvia. El resto de la semana, Guzmán ha tenido que cumplir con sus obligaciones de policía local regulando el tráfico por aquellos puntos en los que han ido transcurriendo las pocas hermandades que han podido realizar su estación de penitencia.

Mañana, Guzmán dejará su traje de todos los días para enfundarse la vestimenta de semigala, que este año estrenan para acompañar a la Virgen durante las doce horas que dura su recorrido de ida y vuelta. Junto a él irán otros nueve compañeros, más la presidencia conformada por cuatro jefes que van de gala, algunos de los cuales son hermanos. "Algunos eran hermanos antes del Patronazgo, pero es cierto que desde entonces muchos agentes han decidido hacerse hermanos. Y bienvenidos sean", indica el hermano mayor.

Ser escolta de la Virgen de la Esperanza "es un orgullo" al igual que para el cuerpo lo es que ella sea su Patrona y como tal la cuidan. "A lo largo del recorrido son muchos los compañeros que se unen vestidos de paisanos, y cuando llegamos a La Campana siempre hay un nutrido grupo esperándonos", señala Guzmán. Como anécdota se queda con aquel año "en el que todos íbamos pendientes y sufriendo por la hija del anterior hermano mayor Pepe Gómez, que falleció, porque estaba embarazada de ocho meses y temíamos que le golpearan". Lerma se queda con que "son muchos los agentes que se acercan con el patrullero a verla durante todo el año".

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