De izquierda a derecha, Antonio Morera, Fernando Rodríguez Villalobos y David López. / José Luis Montero
Contar lo que pasa en los pueblos de la provincia de Sevilla de forma positiva y potenciando la importancia de la dimensión local, el papel que la Constitución española dibujó para los municipios y que nunca ha terminado de desarrollarse. Es la idea expresada por David López, director de El Correo de Andalucía, en la presentación de la nueva etapa que aborda este diario a los alcaldes de los municipios sevillanos, en presencia del presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos. El grupo Morera & Vallejo, propietario del periódico desde el pasado diciembre, convocó en el Cortijo Gota de Leche a los regidores, durante un almuerzo en el que quiso explicarles el proyecto.
López señaló que su intención es convertir el periódico no sólo en un emisor de informaciones sino también en un «lugar de encuentro», un enclave en el que «gozar de la compañía de personas queridas y fomentar el intercambio de noticias», y un sitio que pueda «ayudar a comprendernos», según aseguró ante las decenas de alcaldes asistentes. Fue uno de los valores que quiso destacar, la capacidad del periódico para comprender la realidad y explicársela a los lectores, buscando puntos en común.
Se trata del giro editorial que imprimirá al periódico después de su adquisición por parte del grupo que preside Antonio Morera Vallejo, que también presidió el acto. Un nuevo rumbo que combinará la potenciación de su carácter andaluz con la atención a lo local, empezando por los pueblos de Sevilla.
El punto de partida de las informaciones sobre la provincia será, añadió, la necesidad de profundizar en la dimensión local e incrementar las competencias de los municipios, en materias como, por ejemplo, la dependencia. En cuanto a los asuntos que se recogerán a diario en las páginas del periódico, abogó por relatar la cotidianeidad de cada uno de los pueblos, las iniciativas constructivas que se producen como el día a día de los autónomos y otros elementos de desarrollo de la economía local y también la labor de su alcaldes, de quienes defendió su «vida sacrificada, de entrega, generosidad y esfuerzo» por sus municipios. En ese sentido, y tras defender el valor de la clase política a pesar de que existan casos de corrupción que empañen su imagen, insistió en la intención de que el periódico sea el vehículo por el que los lectores conozcan las «buenas noticias» que se producen en su ámbito más cercano, y deseó a los alcaldes de los pueblos de la provincia que «El Correo sea el sueño de todos ustedes».
NUEVA ETAPA. Las directrices de la sección de provincia, en línea con las dictadas para el periódico, serían tres: la coherencia, la pedagogía y la pluralidad, según las palabras de David López, que recordó que se corresponden con los valores fundacionales que imprimió el cardenal Marcelo Spínola cuando fundó El Correo de Andalucía hace ahora 115 años. El valor pedagógico, que se corresponde con el interés del cardenal por la educación y por que el periódico fuese una fuente de información que ayudase a tomar decisiones desde el conocimiento; la pluralidad para aportar todos los puntos de vista y la coherencia en la información, que destacó como una de las señas de identidad del grupo empresarial Morera & Vallejo.
El director recordó que el periódico pretende promulgar los valores de la economía del bien común y la economía social de mercado como marco de acción, y aludió a los principios que ya enumeró al presentar la celebración del 115 aniversario del periódico. En ese acto, el pasado febrero, López destacó la importancia de la «esperanza y la coherencia» a la hora de comunicar las noticias, aportando información pero también «buscando mover conciencias para que todos nos impliquemos en una sociedad que tiene que proyectar el ser una sociedad con esperanza». Abogó por la importancia de «soñar» y ejemplificó en El Correo de Andalucía «la constatación de que los sueños son posibles y éstos pueden perdurar», como ha ocurrido con el proyecto periodístico que fundó el cardenal.
