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Rajoy acusa a Mas de estar "obsesivamente entregado" a "fomentar la división de los catalanes"

En su primera visita a Cataluña tras el 9N, el presidente del Gobierno ha señalado que lo que se vivió en aquella jornada fue una "farsa" y un "simulacro".

el 29 nov 2014 / 21:35 h.

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El presidente del Gobierno durante su intervención este sábado en la clausura de las jornadas sobre buen gobierno en los ayuntamientos organizadas por el PP en Barcelona. / EFE El presidente del Gobierno durante su intervención este sábado en la clausura de las jornadas sobre buen gobierno en los ayuntamientos organizadas por el PP en Barcelona. / EFE El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha subrayado hoy que el Ejecutivo ha ayudado y seguirá ayudando económicamente a Cataluña pese a que el president Artur Mas haya decidido prolongar su "viaje a ninguna parte" con su nueva hoja de ruta hacia la independencia. Rajoy ha prometido asimismo que, aunque está dispuesto a hablar, no piensa permitir "que se ponga en tela de juicio la unidad de España" ni dejará que "nadie" lo haga. En su primera visita a Cataluña tras la celebración del proceso participativo del 9 de noviembre, Rajoy ha señalado que lo que se vivió aquella jornada fue una "farsa" y un "simulacro" sin garantías y ha considerado que Mas "fracasó en toda regla" si lo que pretendía era "presentar una Cataluña independentista". Arropado por cinco de sus ministros y varios presidentes autonómicos y líderes regionales del partido, y ante varios centenares de militantes, Rajoy se ha mostrado más distendido e incluso irónico, pero más contundente en sus críticas directas a Mas que en otras ocasiones que ha visitado Cataluña. Ha acusado así al presidente catalán de haber estado "obsesivamente entregado" a "fomentar la división de los catalanes" y lo ha hecho "propagando falsos mitos históricos y políticos", "agitando la ensoñación de la independencia como la arcadia feliz" y "engañando a la gente sobre la realidad" de Cataluña. "Y mientras tanto, la casa sin barrer", ha lamentado Rajoy, quien ha recordado las numerosas medidas que el Gobierno ha tomado para ayudar financieramente a Cataluña y ha prometido que seguirá haciéndolo. Ha asegurado en este sentido que mientras pueda no piensa "dejar tirado a ningún ciudadano español piense lo que piense, a ninguno". Sobre los nuevos planes del presidente de la Generalitat, Rajoy los ha considerado "dieciocho meses más de viaje a ninguna parte" que se suman a los cincuenta meses anteriores, y ha dicho que "nunca en la historia" un gobernante "había perdido tanto el tiempo y se lo había hecho perder a los ciudadanos" ni había provocado "tanta confusión y tanta inestabilidad". Y ha censurado las pretensiones de Mas de convocar unas elecciones plebiscitarias y concurrir con una lista única que apoye la independencia. "Cataluña no puede ser porque no lo ha sido nunca un país de listas únicas, partidos únicos y políticas únicas al servicio de una sola causa. Por favor, un poco de respeto a Cataluña", ha dicho. En un discurso de más de cincuenta minutos que según ha asegurado no era "improvisado", aunque ha admitido que no iba a decir nada que "no haya dicho antes", Mariano Rajoy ha relatado su propia hoja de ruta, lo que él piensa hacer, que según ha dicho es "mantener la estabilidad política", continuar con las reformas y con el ejercicio del "gobierno responsable". "Los delirios se cambian con tranquilidad y no con más alborotos", ha añadido Rajoy, quien ha insistido en prometer que el Ejecutivo seguirá como hasta ahora "colaborando con todas las administraciones públicas para atender los problemas reales" de los ciudadanos. Ante los militantes catalanes de su partido, Rajoy, que ha cifrado las veces que él y algunos de sus ministros han estado en Cataluña durante la legislatura, ha agradecido la labor del PPC y de su presidenta, Alícia Sánchez-Camacho, por haber defendido los planteamientos de una "gran mayoría de catalanes" y haberlo hecho con la "valentía que otros no han tenido". Y tras subrayar que han sabido soportar "la soledad en medio del griterío", ha prometido a los populares catalanes que estarán "cada vez más acompañados, más escuchados y más atendidos". Un compromiso con el que Rajoy ha respondido a los reclamos de Sánchez-Camacho, quien minutos antes ha pedido "fortalecer" y aumentar la presencia del Estado en Cataluña, así como que Rajoy sea "interlocutor directo" con los catalanes, a fin de "suplir la incompetencia e incapacidad" de Artur Mas. Según la dirigente popular, su partido "también tiene plan de ruta", en el que "la solución pasa por fortalecer el pacto constitucional y el Estado de las Autonomías" y no por una reforma constitucional "que no va a ninguna parte y sin ningún consenso". "Nos critican que sólo tenemos soluciones jurídicas, pero tenemos soluciones políticas", ha dicho Sánchez-Camacho, para quien "se acabó el diálogo con los que quieren romper España", porque la "unidad es innegociable", y con quien hablará Rajoy es "con los catalanes". "El Estado de las Autonomías ha funcionado y ha sido el gran éxito, pero lo han traicionado los independentistas", ha lamentado, pidiendo así "más presencia del Gobierno" pero también que se explique "más y mejor" las medidas tomadas para ayudar a Cataluña. Asimismo, ha apostado por "vender mejor" la "historia de éxito colectivo de España", para "hacerla mucho más atractiva para los catalanes". En esta esperada pero breve visita a Cataluña, Rajoy ha ido en su discurso más allá del debate soberanista, y además de defender sus medidas anticorrupción ha tenido reproches para el PSOE y Podemos. Así, ha defendido el ejercicio de la política desde la "moderación" y el "sentido común" y con "prudencia" frente a quienes apuestan por el "populismo" y la "demagogia".

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