-¿En qué se basa Israel para mantener el bloqueo a Gaza?
-Israel mantiene el bloqueo desde 2007 dado que Hamás ganó las elecciones en 2006 y declaró la franja territorio hostil hacia su Gobierno.
-¿Qué tiene que ver ese bloqueo con el ataque a la flotilla humanitaria del lunes?
-Es un bloqueo, por supuesto, ilegal y lo de ayer [por el lunes] no es más que la consecuencia de ese bloqueo.
-La Unrwa ha condenado la masacre en un comunicado, ¿por qué no lo hizo el Consejo de Seguridad de la ONU?
-El acto es total y absolutamente condenable. Por qué ha salido esa resolución [del Consejo de Seguridad] o por qué en esos términos, no te puedo contestar.
-¿Qué mecanismos existen para obligar al Gobierno israelí a levantar el bloqueo?
-Me imagino que una resolución del Consejo [de Seguridad de la ONU] que obligara a Israel a abrir las fronteras.
-¿Ha habido alguna resolución de ese tipo desde 2006?
-Israel no se ha visto obligado en ningún momento a abrir las fronteras.
-Netanyahu asegura que sí dejan pasar la ayuda a Gaza, que sólo vetan las armas...
-No. Permiten pasar cierta ayuda humanitaria pero con límites en el tipo de ayuda y en la cantidad. No es suficiente. Hay un largo listado de materiales prohibidos, desde la ropa y los zapatos, pasando por los materiales de construcción, hasta fertilizantes, papel, ordenadores... Solamente dejan entrar productos básicos. Es cierto que en las últimas semanas han dejado entrar camiones con material para reconstruir escuelas de la Unrwa, pero son cantidades reducidas, teniendo en cuenta que Israel en la operación militar del año pasado destruyó más de 6.000 viviendas.
-¿Cómo afectan esas prohibiciones a la vida en el interior de la franja? ¿La situación va a peor o mejora?
-La situación es muchísimo peor, porque la población arrastraba antes de la operación Plomo fundido dos años de bloqueo y tras ella, pese a las consecuencias que tuvo, no se han abierto las fronteras. No tienen libre movilidad. Si están enfermos y necesitan tratamiento fuera tienen que solicitar permiso a Israel para salir. Pierden las citas porque los permisos no llegan y hay gente que muere esperando.
-¿Supuso la operación Plomo fundido un antes y un después para Gaza?
-Ha dejado un impacto psicológico tremendo, sobre todo en niños y niñas. Tienen pesadillas, incontinencia, agresividad... Este año 14.000 niños no han aprobado ni una asignatura porque no pueden concentrarse.
-¿Cómo afecta esa cerrazón respecto al levantamiento del bloqueo a la resolución del conflicto en Oriente Próximo?
-Es uno de los pasos fundamentales para la resolución del conflicto. Gaza es una parte de Palestina, con lo cual debe tener soberanía y libertad de movimientos. Israel tiene que dejar de ocupar Gaza porque, como Cisjordania, es un territorio ocupado militarmente. Lo primero para un proceso de paz sería romper ese bloqueo, que es un castigo colectivo y es algo que las convenciones de Ginebra prohíben.
-¿Alimenta ese bloqueo el fundamentalismo?
-Por supuesto. La situación es de total desesperanza, sobre todo para la población joven. No ven posibilidad de futuro y caen en el radicalismo, son carne de cañón del fundamentalismo. No hay trabajo, posibilidades de salir fuera a estudiar...