Causa perplejidad que el grupo de IU del Ayuntamiento sevillano haya celebrado la elección de Ciro Lara como Coordinador General porque sus palabras, calificando indistintamente a PSOE y PP de representantes del liberalismo -las tesis de Julio Anguita- invitan a desempolvar el manual de Lógica, la ciencia que en el sistema filosófico permite distinguir lo verdadero de lo falso con pruebas similares, un poner, a la del nueve en Matemáticas. Una de ellas es la de reducción al absurdo y consiste en llevar cualquier hipótesis hasta su extremo para ver si es verdad o no.
Sin llegar ahí y sólo en buena lógica, si PSOE y PP son el liberalismo, la única izquierda sería IU, y ello indicaría, primero, que estamos condenados irremisiblemente a ser gobernados por la derecha, segundo -y esto es más grave- que la propia IU hace política de derechas cuando gobierna ayuntamientos en coalición minoritaria con el PSOE (no digamos si lo hiciera con el PP) y, tercero, que donde -como en Córdoba- es la fuerza mayoritaria sus realizaciones no se diferencian ni mucho ni poco de las de ayuntamientos en los que está como segunda fuerza del gobierno o en los que solo gobiernan los socialistas.
¿Por qué entonces el PSOE es de derecha e IU no? Eso es un misterio más allá de la Lógica, en el horizonte de la Metafísica, ámbito para los dogmas de fe. Aunque, sin tantas elucubraciones, habría que preguntarse por qué con una política semejante a la del PSOE gana sin embargo Rosa Aguilar en Córdoba. Quizás porque no se pierde en teorías metafísicas. O, por el lado contrario: ¿tiene lógica que, en medio de la hecatombe del ladrillo, el alcalde de un pueblo como Marinaleda, con 2.500 habitantes, sea Secretario General de Vivienda en el Consejo de Cayo Lara? Eso si que puede calificarse de reducción al absurdo.
Antonio Zoido es escritor e historiador
