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Reyes anima hasta las pachangas

En un partido con poco público y sin historia en el resultado, el utrerano puso el calor que los Biris, de momento, continúan sin brindar.

el 04 dic 2014 / 10:13 h.

Un momento del partido Sevilla FC-Leganés en el Pizjuán. / Manuel Gómez Un momento del partido Sevilla FC-Leganés en el Pizjuán. / Manuel Gómez Ambiente pobre en el Ramón Sánchez-Pizjuán. ¿Quién podía esperar otra cosa? Ni el hecho de poner las entradas a cinco euros para no socios y entrar el encuentro dentro del abono fueron motivos suficientes para arrastrar a un número grandes de personas al coliseo nervionense. También fueron condicionantes negativos la hora (20.00) de un día laborable y el frío que se hacía paso conforme pasaban los minutos. La historia de la eliminatoria estaba resuelta y el aficionado sólo esperaba que Reyes se sacara de la chistera algún pase de tiralíneas imposible que, por supuesto, este hincha le estaba describiendo cómodamente desde su asiento. Cosas del fútbol. Y cosas de un Reyes que se ha vuelto a vestir de crack. Ojalá le duren las ganas de jugar. El frío, como decíamos, se iba ganando un hueco en el cuerpo de cada persona que asistió al Pizjuán. El calor de Nervión lo suelen poner los Biris, pero por lo que se demostró ayer siguen en huelga (no se sabe por cuánto tiempo más) de animación. Se hace extraño girar la vista hacia el Gol Norte y no ver movimiento: ni bufandas o banderas al viento, ni los clásicos saltos que dan al unísono cuando entonan una canción de su completo repertorio. Nada. Nervión no es lo mismo sin los cánticos de sus aficionados, y sobre todo de los jóvenes. Quizás sea un nuevo escenario al que acostumbrarse, puesto que tras lo ocurrido en Madrid el pasado domingo, la mayoría de los clubes están apostando por incluir medidas duras para eliminar de sus estadios a los grupos ultras. Lo de Rotterdam está muy fresco. Y lo de la capital de España también. Parecen que han llegado de la mano para que el tema de los ultras sea noticia y actualidad en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Para ahondar más en el ambiente extraño de un partido sin historia, al Sabadell se le ocurrió adelantarse a los veinte minutos. O más bien Kolo le regaló un penalti al conjunto catalán. La eliminatoria no corría peligro por el momento, pero la gente estaba ávida de ver algo de juego por parte de los hombres de Emery. No habían invertido dos horas de su día para que el Sevilla se paseara sin tensión por la hierba. Al menos que Reyes sacara el capote y comenzase a alegrar la vista de los asistentes. Y eso hizo. El respetable reventaba a aplaudir cuando era el utrerano el que cogía la bola. Algo estaba a punto de suceder. Por otro lado, todo lo vivido anoche en el Sánchez-Pizjuán es consecuencia de una nula aportación por parte de la RFEF a la hora de comprimir un calendario cargado hasta el límite sin eliminar estos partidos de vuelta sin sentido. Para el Sevilla la competición del KO comienza en enero. Esto era un entrenamiento con público y una prueba para los menos habituales. Hasta Emery se tomó un respiro en su modo tan intenso de vivir los encuentros. Al menos sí que aplaudió las buenas intervenciones de Sergio Rico y las genialidades de Reyes. Que no es poco.

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