Cultura

Roberto Quintana hace memoria de todos ‘sus’ clásicos en La Fundición

El veterano actor estrena hoy en la Sala La Fundición ‘Mágicos y prodigiosos’, un recital con los textos que más veces ha llevado a las tablas.

el 09 jun 2010 / 18:58 h.

Roberto Quintana, durante una de sus últimas apariciones en los escenarios.

Reconoce Roberto Quintana en su biografía Una vida de comediante. La aventura interminable ser "un hombre con suerte" porque siempre ha podido vivir del teatro, "algo que no es muy común", dado al alto índice de paro entre los actores que prefieren renovar cada noche sus votos con las tablas a sucumbir a tareas alimenticias en el mundo audiovisual.

Después de 40 años de trabajo (casi) ininterrumpido, de dirigir el Centro Andaluz de Teatro (CAT) y de serlo todo en el mundo de las artes escénicas: actor, director, gestor, iluminador, dramaturgo..., el sevillano mantiene intacto su compromiso con el teatro de repertorio y los textos clásicos, un filón aún inagotado en el teatro actual al que Roberto Quintana se ha consagrado en los últimos años.

Pendiente aún de materializar su acariciado Proyecto Lear, que dotaría a Sevilla de un teatro para la representación exclusiva de los clásicos, Quintana se conforma, de momento, con subir al escenario de la sala La Fundición (desde hoy y hasta el domingo) su espectáculo Mágicos y prodigiosos, un recital sobre textos clásicos que surgió a partir de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería y que ahora presenta en Sevilla.

Períodos históricos y autores tan dispares como Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Lope de Vega, Miguel de Cervantes, Fernando de Rojas, Esquilo, Shakespeare, Marguerite Yourcenar (autora de Memorias de Adriano), Luis Cernuda, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús serán recitados por este actor que ha tocado todos los palos del teatro.

Explica Roberto Quintana que este recital ha planeado siempre "a lo largo y ancho de mi buena amistad con Antonio Serrano, director de las Jornadas de Teatro Clásico de Almería. Ha sido un permanente deseo y propósito, más allá de colaboraciones puntuales".

Se trataba, pues, de "hacer algo dedicado a señalar y valorar el esfuerzo y calado de un pequeño grupo de gentes singulares, empeñosas y obstinadas en el gusto y la complacencia por nuestros clásicos, capitaneadas por Antonio, en torno al esplendor poético de nuestros grandes del barroco", desgrana el actor.

Así surgieron los primeros "mágicos", como El alcalde de Zalamea, El Burlador de Sevilla, La Celestina, Fuenteovejuna, El rey Lear y Los Persas, "a los que se sumaron dos clásicos de ayer, dos poetas de la más eminente prosa castellana y francesa; por todos ellos he tenido la ocasión de circular con vehemencia en algún momento de mi vida sobre las tablas", reflexiona Quintana.

Y hoy, para el debut en "la Sevilla de los corrales y las comedias" que fue la ciudad en el XVII, "habrá tres destellos esenciales que se unen a este jubileo de la palabra: San Juan y Santa Teresa, dos arrebatos del gozo; y William Shakespeare, donde el verbo se hizo carne".

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