"Se nos iba la vida. Nos estábamos jugando la ilusión de toda una temporada en noventa minutos. No perdimos nunca la fe, arriesgamos demasiado en los últimos minutos, con varios mano a mano, y por suerte el chaval ha marcado ese gol y ha vuelto a ilusionar al sevillismo", dijo Álvarez.
"No voy a engañar a nadie: con un hombre menos, en los diez últimos minutos yo prácticamente había perdido la esperanza. Le doy la enhorabuena a mis jugadores, porque han dado la cara siempre", resumía el técnico, que destacaba su confianza en Rodri, "un chaval que viene trabajando con nosotros y al que conocemos bien".
Según Álvarez, el pase a la Champions supone "seguir ccreciendo". "Ese gol da alas al sevillismo a pensar en un fututro bonito y ya, de cara al miércoles, ver que si peleamos y damos la cara, podemos ganar a cualquiera. Mi enhorabuena también para el Almería, por si alguien dudaba de su profesionalidad", apuntaba el técnico, reconociendo que a nivel personal para él es "una alegría inmensa por los jugadores y por nuestra afición; me acuerdo de muchos momentos de apoyo de amigos y sobre todo la familia".
Por último, sobre la expulsión de Negredo, dijo que fue "culpa de los nervios, de la tensión que tenían los jugadores".