Salva Sevilla por fin es jugador del Betis. Lo anunció el club a primera hora de la noche de ayer después de un día bastante loco que empezó con un vicepresidente del Córdoba calificando al Betis como "provocador" por hacer pasar el examen médico a un futbolista al que no tenía firmado y prosiguió con el presidente blanquiverde advirtiendo a "los señores del Betis" que el centrocampista sólo sería suyo si pagaban 125.000 euros ya. Pero todo se arregló y Salva Sevilla, que se casa hoy, pudo hablar como verdiblanco: "Estoy muy contento. Tanto yo como mi agente queremos agradecer al Betis su esfuerzo, a Víctor Fernández su confianza y a Momparlet y Manuel Ruiz de Lopera las facilidades que han puesto en todo momento para que yo esté aquí". Esa referencia a Víctor es muy significativa, obviamente, y también indicativa de quién será el próximo entrenador del Betis. La entidad de Heliópolis, por su parte, elogió "la predisposición y la implicación" de Salva Sevilla, que "ha realizado un enorme esfuerzo, incluso económico". El almeriense pierde parte de su ficha para pagar la compensación al Córdoba.
Sólo unas horas antes de cerrar el acuerdo, el presidente del Córdoba, José Miguel Salinas, señalaba que el Betis debía abonar ya "al menos el 50%" de los 250.000 euros en que se tasó la extinción del precontrato que el centrocampista había firmado con ellos. También criticaba el comportamiento del Betis. "Su propuesta no era mínimamente razonable, era de esas que ni te enteras de que te han pagado. Querían pagar en cuatro plazos", dijo Salinas.
Más duro incluso fue el vicepresidente Antonio Prieto. "Es una provocación que un club le haga el reconocimiento médico a un jugador sin tenerlo cerrado. Ese comportamiento entre equipos de la misma comunidad no es de buen gusto. Es una provocación innecesaria", lamentó.