Isabel Morillo // Juan Rubio
Una década después de llegar al cargo, el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, comunicará hoy a la cúpula de la patronal que no optará a la reelección en la asamblea prevista en enero, según confirmaron fuentes de la organización. El anuncio de Herrero se produce después de que la Fiscalía haya abierto diligencias para investigar supuestas irregularidades en una promoción de viviendas públicas, ubicada en Sevilla, por parte de la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, vinculada directamente a la CEA. Se investiga el presunto desvío de hasta 14 millones de euros. Su marcha está también directamente ligada a la ruina económica de la patronal andaluza, cuyos apuros han obligado a una importante reestructuración, con dos ERE aprobados y un déficit de 12 millones de euros. El entorno de Herrero achaca la decisión a su edad (66 años). Postulan un relevo generacional y una dirección más joven.
El relevo en la patronal andaluza llega justo después de que el escándalo en UGT haya acorralado y obligado a la dimisión a su secretario general, Francisco Fernández Sevilla, a los siete meses de llegar al cargo. La justicia investiga el presunto desvío de fondos públicos de los acuerdos de concertación social. Este caso ha puesto en tela de juicio los pactos que, desde 1993, han firmado de forma consecutiva sindicatos, patronal y Junta y que han puesto en manos de estas organizaciones millonarias cantidades de dinero público. Los malos datos económicos de Andalucía y una tasa del 36,5% de paro lleva a muchos a cuestionar ahora el papel de la CEA y los sindicatos y sobre todo el destino y la eficacia de los fondos destinados a los cursos de formación para los parados. El caso de los ERE, que investiga una trama corrupta con ayudas sociolaborales, también empuja a examinar a fondo las políticas económicas que de forma tripartita se han puesto en marcha durante tres lustros.
Ahora el Gobierno tiene sobre la mesa la renovación de un nuevo acuerdo de concertación, pero, advierten, se repensará el modelo. El maná público que ha regado a patronal y sindicatos se ha ido recortando hasta tocar a su fin. Como el mandato de Herrero que, con una trayectoria ligada siempre a la CEA, ha sido un hombre clave para que los empresarios hayan estado en estos pactos. Antes de llegar al cargo en 2002, ya era el segundo encargado de sellar la paz con el Gobierno socialista, lo que también le ha acarreado muchos roces con el PP. Como sucesor, Herrero señala al presidente de los empresarios de Málaga, Javier González de Lara. Para muchos dentro de la CEAeste nombre sería un signo de continuidad y no un punto de inflexión para una patronal sobre la que se ciernen muchas dudas y retos.
