El Betis consiguió ayer su primera victoria a las órdenes de Pepe Mel y demostró que el proceso de construcción que está llevando a cabo el técnico madrileño avanza a buen ritmo. De hecho, logró algo que no hizo en toda la pasada temporada: remontar un marcador adverso para acabar ganando. La victoria (2-1) tiene más mérito si se tiene en cuenta que el rival era de Primera División. El problema es que quienes decidieron el envite ante Osasuna fueron Sergio García y Emana, que en cuestión de días dejarán de vestir de verdiblanco.
El conjunto navarro se adelantó muy pronto, curiosamente a través del ex bético Damiá, que en tres temporadas en el Betis hizo dos goles y en Osasuna le bastaron cuatro minutos para ver portería. Sergio García se encargó de contrarrestar ese tanto inicial, primero al rematar a placer un regalo de Emana y luego al cabecear un buen centro lateral de Caffa. El catalán y el camerunés conectaron como pocas veces hicieron en el pasado curso y demostraron que, a las buenas, son determinantes. No fue un buen día, por tanto, para que los béticos se hagan a la idea de que en la Liga no estará ninguno.Mel jugó casi una hora con un once sin fichajes y media hora con un equipo con los cinco refuerzos. El Betis fue mejor con la primera alineación, que no se presume muy habitual durante la campaña. Hasta cuatro ocasiones tuvo antes del descanso. Con el segundo once persistió el dominio ante un Osasuna muy inferior, pero escaseó la profundidad.
