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"Siempre hubo economía sumergida en construcción; ahora hay aún más"

Es el fundador de Brisol , una empresa nacida en 1974 y que, desde entonces, ha participado en innumerables proyectos de obra y ha sabido resistir la crisis.

el 31 mar 2012 / 19:08 h.

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Carlos Fortún Alonso posa en su despacho. Él y su socio Antonio Codón Duárez fundaron la compañía sevillana del sector de la construcción Brisol.

Una experiencia de 38 años en el sector le ha servido para combatir con más fuerza el embate de la crisis. Carlos Fortún (Sevilla, 1946) es, junto a Antonio Codón Duárez, socio fundador de Brisol, una empresa sevillana que ha sabido adaptarse a los cambios del mercado para poder sobrevivir en una de las actividades más castigadas por la crisis económica que arrancara en España en 2008. Entre sus clientes, Administraciones Públicas y empresas como Endesa. Mucho ha cambiado todo desde que iniciara la actividad con su socio tras trabajar juntos en la firma Recsa.

-Brisol nació en 1974. ¿Cómo ha variado el sector en todos estos años?

-Desde la década de los 70 ha cambiado todo, desde los sistemas productivos hasta la legislación fiscal y laboral y, sobre todo, la cada vez mayor tecnificación de las empresas. Y no olvidemos los nuevos sistemas de información que han revolucionado la comunicación entre las empresas y permiten el acceso en tiempo real a cualquier información, además de facilitar la gestión y toma de decisiones.

-Desde 2008 la actividad en el sector de la construcción ha caído en picado. ¿Cómo le ha afectado?

-Ya en 2008 intuimos que algo iba a pasar. El sector financiero empezó a dudar de cualquier empresa del sector de la construcción creando una sensación generalizada de inseguridad y desconfianza entre las empresas acompañado todo ello de un descenso generalizado en la carga de trabajo. Por aquellas fechas disponíamos de una cartera de obras importantes, la mayor parte procedente de la Administración Pública. En aquel tiempo, la gran mayoría no presentaba problemas de liquidez, a excepción de algunas que afortunadamente hemos podido resolver y otras estamos en ello.

-¿Le ha servido su experiencia en el sector para capear mejor la crisis?

-No cabe duda de que la experiencia es un valor importante en todo. En el mundo de la empresa primordial. En los últimos 30 años hemos afrontado situaciones muy delicadas que han hecho a nuestra empresa más sólida y competitiva. En épocas de un mayor volumen de facturación, se reforzaron las estructuras económicas de la compañía aumentando los fondos propios para poder afrontar con solvencia cualquier contingencia negativa, y así ha sido hasta hoy. Hemos sabido adaptarnos al mercado. Asimismo, hemos apostado por una plantilla de personal fijo que se ha ido formando a lo largo de todos estos años y hemos conseguido una mejor producción y, lo más importante, su implicación con la empresa. A día de hoy seguimos apostando por todo esto con la misma mentalidad y creo que va a ser nuestra mejor herramienta para sortear la crisis y además salir de ella reforzados.

-¿Cuáles son sus ámbitos de actuación?

-Principalmente la comunidad andaluza, lo que no significa que realicemos obras fuera de nuestra comunidad, como así ha sido en más de una ocasión.

-¿Cuáles son sus principales clientes?

-Los tenemos muy diversos. Están las Administraciones Públicas (a través de licitaciones de obras, poseemos clasificación empresarial suficiente para la ejecución de obras de edificación completa). También realizamos obras para Endesa, Emasesa, Egmasa y EPSA, entre otros. También colaboramos en el asesoramiento y ejecución de obras para gabinetes técnicos, administradores de fincas y comunidades de propietarios y particulares para la realización de las vinculadas a la Inspección Técnica de Edificios (ITE).

-¿Qué peso tienen los contratos procedentes de la Administración pública? Si es parte importante, ¿le ha afectado el tema de los impagos?

-Es una parte importante de nuestro negocio, pero ya empezó a disminuir de forma generalizada hace un año. Seguimos apostando por él pero ahora es escaso y la competencia, enorme. Nos hemos abierto a otros campos por lo que podemos resistir sin ese mercado. Además, los que están resultando adjudicatarios de obras públicas lo están consiguiendo con unos precios muy bajos, en algunos casos incluso en desproporcionalidad. Saben que corren riesgos enormes y que van a encontrar muchas dificultades para, como mínimo, soportar los costes sociales y de estructura. Ojalá lo consigan y todos logremos salir adelante. En cuanto a impagos, por fortuna no tenemos, sí algunos retrasos pero se van resolviendo con una buena gestión de cobros.

-¿Cómo valora la nueva iniciativa del Gobierno sobre el pago a proveedores?

-Muy buena, ya que si en la práctica se traduce en que las empresas puedan recuperar pronto su dinero, va a ayudar al mantenimiento de muchas y evitar el cierre. No olvidemos que muchas empresas han cerrado ante la falta de liquidez, algo motivado por el retraso en los pagos de la Administración.

-¿Tiene mucha competencia?

-Ahora mismo sí. No se construye obra nueva y todo el sector se concentra en las escasas licitaciones que hay, originando un descenso enorme en los precios y difíciles de defender. Estamos hablando de precios por debajo del coste de la mano de obra. ¿Cómo lo hacen? No lo sabemos.

-¿Y qué decir de la economía sumergida en el sector? ¿Le afecta?

-En nuestro sector siempre ha habido economía sumergida pero en estos momentos ha aflorado aún más. La alta tasa de desempleo origina una mano de obra especializada y "barata" que no cotiza y se escapa a la Seguridad Social. Y, por supuesto, de Prevención de Riesgos Laborales ni hablamos. Están trabajando en unas condiciones similares a las de hace 30 años con el riesgo que conlleva para su seguridad y sin olvidar la responsabilidad que tiene quien los contrata.

-¿Qué proyectos tiene entre manos?

-Son muchos años ya. Tenemos una especialización muy alta en obras especiales y de rehabilitación de toda clase de edificaciones y en ese campo proyectos no nos faltan y pensamos que no nos van a faltar. Queremos mantener nuestra plantilla de personal, que es fijo y muy especializado. Vamos a luchar por seguir siendo fieles a nuestra filosofía de trabajo y nuestro ánimo de no perder la impronta que nos ha hecho llegar hasta aquí, basada en compromiso, trabajo y seriedad y, por supuesto, sin olvidar lo más importante, intentar siempre hacer las cosas bien y no perder la ilusión.

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