El pasado viernes 29 de junio saltaba la noticia: Tom Cruise y Katie Holmes, una de las parejas más envidiadas de Hollywood, protagonistas de múltiples escenas de amor en platós, premières y demás actos de la socialité hollywodiense, se separaban. Desde entonces, la lluvia de noticias sobre los pormenores de esta ruptura no ha parado de caer.
Katie Holmes, aquella niña inocente que veíamos hace años en la serie Dawson Crece, sorprendía a todos acudiendo a un juzgado de Nueva York y presentando una demanda de divorcio por "diferencias irreconciliables". Mientras tanto, su marido Tom Cruise -desconocedor absoluto de los planes de su amada mujercita- preparaba una macrofiesta de cumpleaños para celebrar su medio siglo de vida.
Finalmente, Tom pasó su aniversario con la única compañía de sus hijos mayores Connor e Isabella y seguramente estaría gran parte de 'su día' hablando con su abogado Dennis Wasser para planificar la estrategia de defensa que va a tener que presentar en los juzgados porque, aunque todavía las informaciones son muy confusas, lo que es seguro es que la batalla legal será dura, compleja y muy larga.
